CON LA PRINGÁ Y EL PUCHERO...COMIMOS LOS MIERCOLEROS. 27-05-2009

Nadie puede evitar el que un miércoles te corresponda la revisión médica semestral y lo que sucede es que te “parte por medio” el día de descanso y de disfrute con los demás miercoleros. Como todo, gracias a Dios, salió bien… pues a las 16 horas ya estábamos almorzando todos juntos en amor y compañía, como se decía antes de la guerra, porque después no se podía decir siempre lo mismo.

¡ Que platazo de fideos, mucho caldito, muchos garbancitos, bastantes patatitas y un olorcito……!. Todo era silencio, sólo se escuchaba el cuchareo y los movimientos de las manos de ir y venir al plato de esas aceitunas verdes aloreñas que tan buenas saben, cuando acompañan a un puchero bien hecho al estilo antiguo por una mujer que no ha perdido el encanto del buen cocinar nuestro puchero tradicional que nos hace recordar nuestra vida de medio siglo atrás.

La fuente con la pringá, vino después y si lo primero estuvo bueno con esto y la moderación nos quedamos felices, dejando el “huequecillo” para los “amasquillos”, “las ciruelas japonas” y el corto-largo-pero negro con su trocito de piñonate de Jimena.

Una sobre-mesa llena de encanto que hasta nos hizo olvidar el sueño “siestero”. Mientras hablábamos pude firmar y dedicar el libro que adquirió a La Asociación La Estrella mi amigo José Maria Macías para nuestro común amigo Pedro Rubias “ Pedrín” y otro para Doña Ángeles Rondón cuyo encargo traía mi amigo Victor David.

Nos fuimos al Carrefour de La Línea y como las tardes son largas nos pasamos por el polígono industrial de Palmones, donde adquirimos cartuchos de tinta baratitos para las impresoras, papel de impresión fotográfico, CD y DVD en una tienda especial montada para adquirir todo esto a muy bajo precio, donde hay de todo lo relacionado con la librería y la informática ( si alguien tiene interés que lo diga y le doy datos).

En el DECATHLON( no se si se escribe así) dimos más vueltas que una “volaera” con levante fuerte y como no sabiamos que hacer mi amigo pepe y un servidor, se probaron unos sombreros y nos hicimos una foto con un tio de cartón que había por allí en los pasillos.

Regresamos a La Línea de la Concepción porque yo estaba empeñado en tomar una cerveza con unas raciones de pescadito frito en un bar que suele estar vacío siempre y siento deciros que ya descubrimos porqué se encuentra así sin gente y para otra vez nos iremos con “Vicente” pues siempre le acompaña la gente y vosotros tal vez me entendais.

Nos despedimos con nuestra menta-poleo apiñonatada un poco y un buen rato de charla nocturna hasta que el sueño comenzó a aparecer en nuestros rostros para decirnos hasta mañana queridos miercoleros.

La verdad es que los miércoles deberian de ser mucho más largos pues no es justo que el dia libre se termine tan pronto como los demás.

Un abrazo.