PEPI, DAFNE Y JESÚS CON TODOS SUS FAMILIARES Y AMIGOS EN EL PARQUE DE LAS AVES. JIMENA DE LA FRONTERA.
Nosotros los mortales tenemos la facultad de poder pensar, poner nombres a nuestros hijos, compartir alegrías y tristezas con familiares y amigos para nuestro propio placer y el de los demás.
Para el que me quiera entender, le diré que Apolo era el dios de la luz y del sol, el que irradiaba energía solar y, en consecuencia, derrotaba a la oscuridad. Así a través de la luz del día era capaz de revelar a los hombres el porvenir y de transformar todo lo oscuro, lo cifrado, en claro y evidente.
El cisne, el delfín , el gamo, el ciervo, el pavo real y otros eran los animales sagrados de Apolo, una de sus plantas favoritas era el jacinto. Apolo amó pues a “Hiacinto” pero jugando con él con el arco y la flecha erró el tiro y lo mató. Igualmente desafortunado fue también su amor por Dafne, hija del río Peneo. La ninfa pasaba su tiempo cazando en el bosque y no quería casarse ni unirse a hombre alguno. Cuando la vio Apolo, enloquecido de amor por ella, empezó a perseguirla. Su padre Peneo para protegerla la transformó en laurel ( en griego, dafní ). Apolo, triste por no haber disfrutado de su amor, la hizo su símbolo. Por eso los escritores y pintores de la antigüedad lo presentaban con una corona de laurel sobre su cabeza.
Hoy 30 de Mayo de 2009, sin que se hayan dado cuenta, inspirados por Apolo, Pepí y Jesús han querido compartir con su familia y amigos íntimos ese regalo recibido del Olimpo ( Eternidad) que es su preciosa hija Dafne, nacida de una unión también celebrada hoy al mismo tiempo.
Las plantas como el jacinto y el laurel. Los animales como el cisne, el gamo, el ciervo y el pavo real. El tiro con arco como el juego primordial de Apolo, han estado presentes en el Cortijo Rural “ Las Aves” y me han permitido relacionaros la mitología con la realidad que comienza ahora.
Amanece un día espléndido y tras pasar el paso a nivel con barrera de Los Ángeles, nos dirigimos al Parque de Las Aves, donde allí se encontraban Jesús y Pepí rodeados de amigos a los que informaban de cómo se desarrollaría la jornada que nos tenían preparada.
Fuera, mientras esperábamos que estuviésemos todos congregados, vimos numeroso árboles frutales como moreras y ciruelos, bajo los cuales correteaban las perdices, los pavos reales, los patos y las gallinas guineas. Aquí pudimos saludar tranquilamente a los conocidos y se nos abrieron las puertas del Cortijo Rural Las Aves.
Tengo que felicitar a los anfitriones Pepi y Jesús porque el lugar merece la pena ser visitado y el recorrido tanto a pié como en batea de tractor es extraordinario.
Hacía tiempo que no veía yo tanto “biznago” y “alcaucileras” juntos, impregnados del intenso olor a poleo de la cantidad de matas existentes allí. Entre tanta maleza verde se veían nidales de gallinas y otras aves, una burra con su burrito albinos, los avestruces jugueteando con los niños del grupo, las cabras de cuatro cuernos correteando, los pavos reales abriendo sus colas y dando sus gritos característicos, hasta llegar al pequeño lago donde todo el que quiso dio su paseo en hidropedales.
Que bonita y agradable estaba la casita de “Heidi” en la falda del monte, resguardada del calor propio de la hora.
La ruta del paraíso muchos quisimos hacerla andando y pudimos conseguir imágenes preciosas de ciervos, gamos, muflones y conejos que correteaban cerca de nosotros.
Un escanciador creo que de Benarrabá hizo las delicias de ofrecernos la copita de vino fino y dulce que nos permitió sentarnos y disfrutar de unos agradables aperitivos y una sabrosa comida, amenizada por charlas cordiales entre familiares y amigos.
Queridos sobrinos, realmente un día que no olvidaremos nunca ninguno de los que hemos estado con vosotros hoy y por lo que os estamos eternamente agradecidos.
La juventud se lo ha pasado en grande bebiéndose a borbotones la felicidad que le habeis ofrecido y los mayores hemos hablado intensamente de nuestras cosas y de nuestra forma de vivir que a nuestra manera también nos hace sentirnos felices y compartir con vosotros este día tan maravilloso.
Juan Manuel, Agustín y yo, hemos hablado por todos juntos y nos hemos sentido sumamente felices y contentos.
Os dejo algunas imágenes por aquello de que “una imagen vale más que mil palabras”.
Un abrazo.
Nosotros los mortales tenemos la facultad de poder pensar, poner nombres a nuestros hijos, compartir alegrías y tristezas con familiares y amigos para nuestro propio placer y el de los demás.
Para el que me quiera entender, le diré que Apolo era el dios de la luz y del sol, el que irradiaba energía solar y, en consecuencia, derrotaba a la oscuridad. Así a través de la luz del día era capaz de revelar a los hombres el porvenir y de transformar todo lo oscuro, lo cifrado, en claro y evidente.
El cisne, el delfín , el gamo, el ciervo, el pavo real y otros eran los animales sagrados de Apolo, una de sus plantas favoritas era el jacinto. Apolo amó pues a “Hiacinto” pero jugando con él con el arco y la flecha erró el tiro y lo mató. Igualmente desafortunado fue también su amor por Dafne, hija del río Peneo. La ninfa pasaba su tiempo cazando en el bosque y no quería casarse ni unirse a hombre alguno. Cuando la vio Apolo, enloquecido de amor por ella, empezó a perseguirla. Su padre Peneo para protegerla la transformó en laurel ( en griego, dafní ). Apolo, triste por no haber disfrutado de su amor, la hizo su símbolo. Por eso los escritores y pintores de la antigüedad lo presentaban con una corona de laurel sobre su cabeza.
Hoy 30 de Mayo de 2009, sin que se hayan dado cuenta, inspirados por Apolo, Pepí y Jesús han querido compartir con su familia y amigos íntimos ese regalo recibido del Olimpo ( Eternidad) que es su preciosa hija Dafne, nacida de una unión también celebrada hoy al mismo tiempo.
Las plantas como el jacinto y el laurel. Los animales como el cisne, el gamo, el ciervo y el pavo real. El tiro con arco como el juego primordial de Apolo, han estado presentes en el Cortijo Rural “ Las Aves” y me han permitido relacionaros la mitología con la realidad que comienza ahora.
Amanece un día espléndido y tras pasar el paso a nivel con barrera de Los Ángeles, nos dirigimos al Parque de Las Aves, donde allí se encontraban Jesús y Pepí rodeados de amigos a los que informaban de cómo se desarrollaría la jornada que nos tenían preparada.
Fuera, mientras esperábamos que estuviésemos todos congregados, vimos numeroso árboles frutales como moreras y ciruelos, bajo los cuales correteaban las perdices, los pavos reales, los patos y las gallinas guineas. Aquí pudimos saludar tranquilamente a los conocidos y se nos abrieron las puertas del Cortijo Rural Las Aves.
Tengo que felicitar a los anfitriones Pepi y Jesús porque el lugar merece la pena ser visitado y el recorrido tanto a pié como en batea de tractor es extraordinario.
Hacía tiempo que no veía yo tanto “biznago” y “alcaucileras” juntos, impregnados del intenso olor a poleo de la cantidad de matas existentes allí. Entre tanta maleza verde se veían nidales de gallinas y otras aves, una burra con su burrito albinos, los avestruces jugueteando con los niños del grupo, las cabras de cuatro cuernos correteando, los pavos reales abriendo sus colas y dando sus gritos característicos, hasta llegar al pequeño lago donde todo el que quiso dio su paseo en hidropedales.
Que bonita y agradable estaba la casita de “Heidi” en la falda del monte, resguardada del calor propio de la hora.
La ruta del paraíso muchos quisimos hacerla andando y pudimos conseguir imágenes preciosas de ciervos, gamos, muflones y conejos que correteaban cerca de nosotros.
Un escanciador creo que de Benarrabá hizo las delicias de ofrecernos la copita de vino fino y dulce que nos permitió sentarnos y disfrutar de unos agradables aperitivos y una sabrosa comida, amenizada por charlas cordiales entre familiares y amigos.
Queridos sobrinos, realmente un día que no olvidaremos nunca ninguno de los que hemos estado con vosotros hoy y por lo que os estamos eternamente agradecidos.
La juventud se lo ha pasado en grande bebiéndose a borbotones la felicidad que le habeis ofrecido y los mayores hemos hablado intensamente de nuestras cosas y de nuestra forma de vivir que a nuestra manera también nos hace sentirnos felices y compartir con vosotros este día tan maravilloso.
Juan Manuel, Agustín y yo, hemos hablado por todos juntos y nos hemos sentido sumamente felices y contentos.
Os dejo algunas imágenes por aquello de que “una imagen vale más que mil palabras”.
Un abrazo.
2 comentarios:
Tito Frasquito, has hecho un elocuente comentario y muy acertado ya que fue un día simplemente " perfecto ".
Me lo pasé muy bien.
Has colgado muy buenas fotos que reflejan fielmente como estuvo la fiesta.
Asi mismo, tambien agradezco al día que nos hicieron pasar Dafne, Pepi y mi hermano Jesulito.
Un abrazo.
Tu sobrino Sebas
Gracias "Sebas" por tu comentario. La verdad es que pasamos un día estupendo con la familia y amigos.
Un abrazo Tu tío Frasquito
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