sábado, septiembre 04, 2010

NUESTRAS GALLINAS DE TODA LA VIDA. JIMENA DE LA FRONTERA

GALLO "GAÑOTE PELAO"
GALLO ARMIÑADO
GALLINA NORIGADA
GALLINA PESCUEZO PELAO

GALLINA NEGRA

GALLINA ENANA MORUCHA ( piripa)
GALLINA CENIZOSA

GALLINA BLANCA

GALLINA ARMIÑADA

Para un niño de los hoy resultaría impensable el hablar en su madurez sobre las gallinas pero nosotros hace ya mas de sesenta años, tuvimos una crianza en el pueblo totalmente distinta a la que reciben hoy nuestros nietos que muchos sólo han visto estos animalitos en la tele y tal vez lo que saben de ellos es que producen los huevos que tan buenos están fritos con patatas.

Nacíamos a la vida y al poco tiempo estábamos andando entre gallinas, pavos, cochinos,mulos,caballos, burros, perros etc etc etc que se incorporaban a nuestro vivir de forma espontánea porque en cierto modo los necesitábamos, aunque suene un poco extraño lo que estoy diciendo.

Rarísimo era en el pueblo la familia que no tuviese sus gallinitas en el patio de la casa, en la cuadra ó merodeando por los alrededores o en la puerta de la calle, donde resultaba muy fácil pisar una mierda de gallina de vez en cuando como la cosa más natural del mundo.
Recuerdo como me miraba aquella gallina echada sobre sus huevos en una espuerta llena de paja y que tenía su ubicación en el dormitorio de mi hermano José,entre cacharrotes, orzas, lebrillos y el material de serraje que mi padre guardaba debajo de las camas y en todas partes.
Todos los días por la mañana y por la tarde se le ponía de comer a la paciente gallina que comía y bebía hasta la saciedad, a continuación soltaba la gran “churretada” sobre unos papeles de periódico y se metia de nuevo en la espuerta para seguir engorando sus huevos.
Cuando salían los pollitos, se les metía un grano de pimienta por el pico y se soltaban junto a la madre que los iba enseñando a comer rápidamente.
Nuestras gallinas andaluzas son de muy distintos tipos y de variados colores pero todas grandes ponedoras y con una carne exquisita, siendo un complemento que no puede faltar en nuestro puchero, aunque hoy se haga con todo tipo de carnes.
Hay cosas que nunca llegué a comprender, aunque de seguro tiene su fundamento, y es que cuando una embarazada daba a luz al momento aparecía la vecina, la consuegra ó cualquier otra con una “gallina negra” que mataban rápidamente para darle tazas de caldo a la parturienta y es que las gallinas negras deben de tener algo especial que aportar a las que acababan de traer un nuevo hijo al mundo.
Una palabra que ya aparece en el diccionario como jubilada es “ papujada” y casi nadie sabe lo que quiere decir pero yo recuerdo perfectamente lo que es una “gallina papujada” que tenía muchísimas plumas por la parte del buche y las patas. Lo característico de la gallina papujada era la abundancia de plumas en los párpados de los ojos que nos hacía verlos como achinados y pequeñitos lo que unido al “moñito” de su cabeza les daba a estas gallinas un aire especial y peculiar. De hecho este concepto de “papujao” ó “ papujá” se trasladó a las personas con los ojitos chicos y abundancia de pelos en las cejas, llegándose a crear el apodo de “los papujaos”.
Nuestras gallinas estaban por todas partes en las calles y en los barrancos mezcladas unas con otras pero por las noches cada una sabía donde tenía que dormir y cual era su casa y su gallinero.
Nuestra raza de gallina andaluza está en peligro de extinción, aunque hay asociaciones que las protegen y las reproducen para que esto no suceda por ahora.
En Jimena la mayoría de estas gallinas se dejaron de criar cuando aparecieron las gallinas ponedoras y como había pocos recursos fueron muchas familias las que habilitaron sus “soberaos” como granja y la verdad es que Jimena fue por un tiempo una verdadera fábrica de producir huevos y pollos de engorde hasta que vino una terrible enfermedad y nos dejó en la ruina a casi todos porque se morían a “porrillos”.
Era muy bonito en los cortijos y casitas de campo ver las gallinas con sus gallos picoteando y escarbando en la pila del estiércol, correteando y cantando cada vez que ponen un huevo. A veces estas gallinas montunas ponían sus huevos escondidos entre los zarzales y desaparecían por un tiempo hasta que salían con sus pollitos de entre las zarzas.
El gallinero para dormir de estos animalitos en el campo solía ser el algarrobo ó chaparro que siempre había junto a la casa que no parecía un árbol normal por las cagadas que tenian sus hojas, ramas y troncos.
No está de más el explicar estas cosas a nuestros nietos para vean a estos animalitos como algo distinto que solo se utiliza para producir huevos y carne.
Un abrazo

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