Apuesta por mejorar la eficacia terapéutica con comités de tumores multidisciplinares y pequeñas unidades próximas al domicilio del paciente.
Manu Mediavilla / Madrid, terapias Actualizado 19.05.2011 - 13:02
Análisis de resultados obtenidos por un PET en un centro diagnóstico.
0 comentarios0 votosLa oncología está afrontando ya el reto de la medicina personalizada, cuyo objetivo es garantizar el tratamiento correcto al paciente adecuado, y en la dosis precisa para que tenga los mínimos efectos secundarios. Pero no es su único desafío, como quedó claro en el encuentro 360 grados en Oncología que reunió en Madrid a 50 ponentes y 200 especialistas para debatir la situación y plantear propuestas de futuro. Ideas que se asoman ya al presente como los multidisciplinares Comités de Tumores, la mayor accesibilidad del paciente al tratamiento integral o la profundización de la investigación clínica traslacional.
Y todo ello enmarcado en un contexto de equidad que ninguna crisis económica puede poner en peligro. Como recalcó Eduardo Díaz Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, "la crisis no puede justificar que comprometamos dos aspectos fundamentales como la excelencia y la calidad. En cáncer no hay que jugar, y es necesaria la equidad en el acceso a los fármacos". Además, añadió Carlos Camps, que ocupa el mismo cargo en el Hospital General Universitario de Valencia, "las crisis ofrecen también oportunidades y soluciones a los problemas". Y plantean retos. Camps señaló varios en el encuentro organizado por Merck Serono. Uno, "planificar y gestionar nuevos subservicios hospitalarios", sobre la base de los Comités de Tumores; "hemos sido pioneros en su planificación, y hay que seguir adelante", remachó. Otro, la accesibilidad, con la creación de "pequeñas unidades próximas al domicilio de los pacientes", que al tener menos especialistas por su menor tamaño hacen "necesario trabajar en red". Y un tercero, la "optimización de la formación de los médicos residentes" para facilitar su especialización en oncología médica en estos nuevos tiempos de medicina personalizada.
Ya hay, aclaró Díaz Rubio, más de 110 unidades acreditadas para esa formación de residentes, que es "una de las más demandadas" y que, tras extender su duración un año -hasta cinco-- y merecer el reconocimiento de la Unión Europea, permitirá que haya "mejores oncólogos médicos. Además, subraya que hay que "ofertar algo más, la investigación clínica", que "tiene que hacerse donde hay pacientes". Por eso debería haber "partidas específicas para investigación traslacional hecha en los hospitales, que es la que interesa al paciente". España, apostilló, ha sido pionera en el desarrollo de grupos cooperativos, que ya rondan la veintena en distintas patologías oncológicas.
Jesús García Foncillas, jefe de Oncología de la Clínica Universitaria de Navarra, coincidió en que la investigación clínica debe estar "incorporada al proceso asistencial" y "no ser un extra", lo que "beneficiará a corto y largo plazo al paciente".
Manu Mediavilla / Madrid, terapias Actualizado 19.05.2011 - 13:02
Análisis de resultados obtenidos por un PET en un centro diagnóstico.
0 comentarios0 votosLa oncología está afrontando ya el reto de la medicina personalizada, cuyo objetivo es garantizar el tratamiento correcto al paciente adecuado, y en la dosis precisa para que tenga los mínimos efectos secundarios. Pero no es su único desafío, como quedó claro en el encuentro 360 grados en Oncología que reunió en Madrid a 50 ponentes y 200 especialistas para debatir la situación y plantear propuestas de futuro. Ideas que se asoman ya al presente como los multidisciplinares Comités de Tumores, la mayor accesibilidad del paciente al tratamiento integral o la profundización de la investigación clínica traslacional.
Y todo ello enmarcado en un contexto de equidad que ninguna crisis económica puede poner en peligro. Como recalcó Eduardo Díaz Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, "la crisis no puede justificar que comprometamos dos aspectos fundamentales como la excelencia y la calidad. En cáncer no hay que jugar, y es necesaria la equidad en el acceso a los fármacos". Además, añadió Carlos Camps, que ocupa el mismo cargo en el Hospital General Universitario de Valencia, "las crisis ofrecen también oportunidades y soluciones a los problemas". Y plantean retos. Camps señaló varios en el encuentro organizado por Merck Serono. Uno, "planificar y gestionar nuevos subservicios hospitalarios", sobre la base de los Comités de Tumores; "hemos sido pioneros en su planificación, y hay que seguir adelante", remachó. Otro, la accesibilidad, con la creación de "pequeñas unidades próximas al domicilio de los pacientes", que al tener menos especialistas por su menor tamaño hacen "necesario trabajar en red". Y un tercero, la "optimización de la formación de los médicos residentes" para facilitar su especialización en oncología médica en estos nuevos tiempos de medicina personalizada.
Ya hay, aclaró Díaz Rubio, más de 110 unidades acreditadas para esa formación de residentes, que es "una de las más demandadas" y que, tras extender su duración un año -hasta cinco-- y merecer el reconocimiento de la Unión Europea, permitirá que haya "mejores oncólogos médicos. Además, subraya que hay que "ofertar algo más, la investigación clínica", que "tiene que hacerse donde hay pacientes". Por eso debería haber "partidas específicas para investigación traslacional hecha en los hospitales, que es la que interesa al paciente". España, apostilló, ha sido pionera en el desarrollo de grupos cooperativos, que ya rondan la veintena en distintas patologías oncológicas.
Jesús García Foncillas, jefe de Oncología de la Clínica Universitaria de Navarra, coincidió en que la investigación clínica debe estar "incorporada al proceso asistencial" y "no ser un extra", lo que "beneficiará a corto y largo plazo al paciente".
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