El invento del colesterol, nos tiene a todos a “raya” y la verdad es que no paseamos por placer, sino para “frenar” de algún modo ese nombre de diez letras, para que la “tensión” no suba mas de la cuenta o para que el azúcar no corra por nuestras venas.
Si te decides a comerte un pastel…. No te luce porque antes ya estás pensando en el azúcar o en que tiene colesterol y te puede perjudicar, pero es que después ves un “peazo” de morcilla o chorizo y el estómago se te hace “aguas” pero el que manda que es el cerebro …, te tira de las orejas y te quedas con las ganas de comértelo y si lo haces tampoco te luce `porqué estás pensando durante un rato en como de “pastosa” irá tu sangre corriendo por tu cuerpo y se siente uno fatal.
Es curioso, yo como todo el mundo, disfrutaba con las matanzas y desde que comenzaba a olerse ese vaporcito que suelta la “asadura negra” o las “costillitas” en adobo, ya estaba yo “liao” con el pan y estos menesteres tan sabrosos. Me gustaban… “ Las pajarillas”, “ las liendres”, “ La lengua asada”, el “tocino entreverao”, “ los chicharrones de pella y de carne”, “la manteca colorá, la blanca,la pringue morcilla y la zurrapa”, el “Guisao de pata”, “el buche amorcillao”, “ las coles con pringá”,… me gustaba “el latigazo” de vino Sala, la copita de aguardiente o coñac por la mañanita temprano y la de uvas en aguardiente por la noche.
Como no existian ni el colesterol, ni la azúcar ni las tensiones altas, aquellas matanzas de cerdos, eran para disfrutarlas de lo lindo y si alguno después de la matanza “la parmaba” nadie tenia la culpa y se decía se ha muerto de “repente”…. ¡ oye…. Le dio un.. “telele” y se quedó “traspuesto” para siempre… pero oye… que muy feliz porque en la última matanza se puso como “el kiko”.
Ahora cuando vamos a una matanza no se porqué me recuerda la obra tan famosa “ El Convidado de Piedra” y si Tirso de Molina levantase la cabeza diria….. ¡ Las cosas que tiene Currini de acordarse de mi obra en las matanzas de los cerdos! . Lo que sucede en estas matanzas de ahora es que ya no tenemos hambre y como estos menesteres los hacen personas con mas de 40 años , pues todos tienen el síndrome “cuádruple”, ( colesterol, ácido úrico, azúcar y tensión alta), así que la “pringue” corre como “perico por su casa” pero poca entra en “barriga ajena” y los invitados nos limitamos a oler mucho y mirar con cara de “pasmao” pero con la barriga vacía porque tan bien pensamos en el dichoso colesterol.
Para ser feliz o intentar serlo, el dia de la matanza nos comimos unas “sopitas de fideos”, unas huevas de merluza en ensaladilla, unas gambitas fritas y una “mandarina” y al olor de las costillitas en adobo ….! Que lo parta un rayo….!... que con el colesterol no querenos “na de na”.
Comer…comer… lo que se dice comer….eso es lo que hubo, pero de hacer fotos me cansé… asi que os invito a morcilla, chorizos, asadura gráficas…. Porque hoy se hacen las matanzas para “gastar bolsas de plástico” y ponerle rótulos con “indeleble” y poco a poco irlos sacando del congelador de forma que no se nos ponga la sangre “ gorda” y nos de el “jamacuco” de años atrás cuando el colesterol ni el úrino existian.
Hablando un poco más en serio os diré que cada dia son menos las matanzas porque ya no precisamos de esas “reservas” de grasa tan necesarias para aquellos tipos de trabajos tan esforzados y hoy los que asistimos a alguna matanza ya no nos atrevemos a “morcillear” a placer como antes porque casi todos estamos “tocaos de un ala” y el que se pasa un poco, seguro que después toma bicarbonato para hacer mas “rapidita” la digestión y poder dormir con tranquilidad de conciencia colesterina.
Mi amigo Bartolo y yo nos “jartamos” de charlar al olorcillo del caldero de las morcillas, pero eso sí nos tomamos un cafelito de pucherete y dormimos tranquilo sin remordimientos de los excesos cometidos.
Un abrazo.
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