TÚ, QUERIDO LECTOR,ERES SIEMPRE EL VERDADERO ARTISTA DE LA OBRA LEIDA.

No es el que pone sobre el papel lo que ha premeditado, lo que ha aprendido,o lo que ha captado con anterioridad, el verdadero escritor se sienta y deja que su mano trace la guia de sus insinuaciones internas, sin siquiera ponerle intencionalidad, porque de eso se encarga su alma, nacida para estos menesteres.

Las palabras le son susurradas en su oido interior, sin que exista preocupación de que tengan sentido o no lo tengan, porque al “juntarse” siempre llegan al corazón del lector como aguas claras y cistalinas que embellecen cuanto tocan con su inmaculada frescura.

No escribe el artista para recrearse en su arte, lo hace para que el arte lo cree el que lee su forma de expresión y, en sus “adentros” cree su propia obra y sienta la felicidad de ser creador con las palabras que en la inconsciencia supo suministrarle el escritor.

Nos ha sucedido, muchas veces, cuando leemos apasionadamente y en el ardor de la lectura continuada, nuestra imaginación crea los escenarios, las caras de las personas, los paisajes y ocupamos un lugar primordial en la obra de nuestra mente, porque ya se trata de “nuestra obra” donde el escritor puso, lo que dije al principio, palabras continuadas, para que le diésemos forma y vida.

El mundo no está lleno de “escritores prodigiosos”,…. El mundo está repleto de lectores artistas que con su imaginación saben ver en cada obra escrita un verdadero mundo de fantasía y de ilusión.
Cuando se termina de leer una obra, nos damos cuenta de lo que hemos logrado…… de algo que ya es nuestro y nadie puede quitarnos porque nuestro arte ha convertido palabras en vida propia que mas tarde podremos transmitir aún con más fuerza convirtiéndonos al mismo tiempo en “escritores” pero sin llegar a creernos que creamos arte porque el verdadero arte lo creará el propio lector.

Al terminar un libro, siempre nos da por reflexionar porque en realidad para eso se creó mi blog que es el vuestro.

Un abrazo.