EL JEFE DE OBRAS Y LOS MIERCOLEROS.

MIERCOLEROS Y JIMENATOS EN SALAMANCA.

Cuando los Miercoleros adquirieron su “apartamentito” le hicieron unas “reformitas” y de verdad que les ha quedado bastante “monito” aunque de monos no estemos hablando ahora.

Como ellos se marchaban y los albañiles les trabajaban en los fines de semana a mi me encantaba el charlar con Pedrito y con Quiñones que eran de Jimena y unos albañiles bastante finos y cuidando los detalles.

Cuando los Miércoleros y los albañiles necesitaban alguna cosa yo me prestaba como es lógico a ayudarles y a algún gracioso de mi pueblo se le ocurrió llamarme “El Jefe de Obras” y como a mi me da todo igual y después de aprendido el oficio, me ha salido otro chapú con la misma titulación.

Tengo un pequeño dilema y es que no poseo documentación oficial que me acredite como tal Jefe de Obras pero la verdad es que estoy al frente de una nueva obra y todo marcha sobre ruedas porque se da la circunstancia que estos albañiles también son de mi pueblo y nos entendemos de maravillas.

Ahora en el pueblo hay muchos chavales que se han hecho unos buenos albañiles y trabajan de verdad, así que mi cargo carece de mucha importancia con esta clase de obreros, pero de cualquier forma tendré que validar mi título de alguna forma con la finalidad que tienen todos estos documentos oficiales que es ponerlos en un marco y colgarlos de la pared en un lugar visible.

De cualquier forma estoy aquí para dar fé de los buenos trabajadores de mi pueblo como Pedrito, Quiñones, Los Hermanos Godino, Carlos Giraldo, Alfonso Garcia , Juanma Pérez y muchos más que luchan porque la crísis no les llegue y yo les deseo de corazón que sea siempre así.

Explico todo esto, porque precisamente este nuevo puesto de jefe de Obras me ha mantenido hoy Miércoles atareado desde las 09,00 horas hasta las 19.00 horas por lo tanto mis amigos “Los Miercoleros” se han tenido que marchar al “Decatlhon” a comprar unas botas imprescindibles para estos tiempos de lluvia y no hemos podido ni tomar el cafelito-corto-largo y negro con piñonate ni tampoco hemos podido salir a cenar al Rossy como suele ser la costumbre.
Como veis las circunstancias son las que mandan en todo momento y esperemos vengan tiempos mejores y yo pueda tirar a la basura el flamante título de Jefe de Obras.

Un abrazo.