Benarrabá es fiel a sus tradicciones y celebraciones religiosas y festivas por eso llegado el Corpus, adornan la plaza del pueblo, sus calles y algunos de sus bonitos rincones. Mi amigo Juan Manuel esta vez se llevó un fotógrafo profesional y aquí está la muestra de esas preciosas imágenes sacadas con su cámara de siempre. UN POCO DE HISTORIA Y SITUACIÓN
Benarrabá se encuentra a 37 kilómetros de Ronda, entre los arroyos de las Vegetas y el Infiernillo, en pleno valle. A unos 622 metros de altitud y cuenta con una población alrededor de los 700 habitantes. Ofrece un paisaje único configurado por bosques de alcornoques, castaños, pinos y quejigos y la vertiente que cae del río Genal llena de madroños, brezos, durillos, mirtos, helechos etc. unido a la belleza de los cultivos de olivo, frutales, cítricos y hortalizas.
Este pueblo que aún conserva su fisonomía de la época musulmana está compuesto de callejuelas enrevesadas, empinadas y angulosas al estar situado en las laderas del monte.
El nombre del pueblo también data de esta época del nombre Banu Rabbah que significa hijos de Rabbah, antigua tribu de los benimerines que ocuparon el valle del Genal. Según los historiadores durante la ocupación árabe se construyó un castillo en la cima de Benarrabá que servía como punto de vigía de todo el valle y que contaba con una comunicación subterránea con los pueblos de Gaucín y Casares. También relatan la historia de una familia de tintoreros que vivían en la ladera del río y fabricaban unos tintes inigualables destacando el de color carmesí, según la leyenda los tintes se derivaban de las virtudes mágicas que ofrecían las aguas del Genal proporcionándoles un brillo y belleza especial.
El artífice de estos tintes era Abdesalam ben Arrabat, un gran alquimista que elaboraba fórmulas sorprendentes en aquella época. Sus tintes abastecían a Córdoba, Granada y Málaga. Tras la reconquista, en manos de los cristianos el pueblo pasó a pertenecer a la Casa de Medina Sidonia, al noveno Duque de Medina Sidonia, Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, que en 1636 se presentó con un numeroso cortejo.
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