Esto de la climatología actual no lo entiende nadie y muchos de los “dichos” y refranes sobre el tiempo, están quedando en desuso porque de verdad tenemos encima el cacareado tema del “Cambio Climático”.
Ayer fui a pasear con mi pantalón largo y el paraguas en la mano, mientras que hoy estoy con el pantalón corto, las chanclas y hasta hay en casa quien se ha dado varios baños esta mañana en la playa.
Lo cierto es que no llueve nada y la tierra está completamente seca, con el consiguiente perjuicio para el crecimiento de las plantas y la limpieza de la atmósfera.
En cuanto caen tres o cuatro gotas, nos ilusionamos y predisponemos nuestro espíritu a soñar con la estación del año que realmente corresponde, pero después aparece “ el tio de la rebaja” y da al “traste” con el invento.
Las plantas del jardin acusan una barbaridad esta sequía, ya que aunque reguemos con la manguera, este agua es portadora de gran cantidad de cal y de cloro que en nada les beneficia, mejor diria yo, que les perjudica y si no que se lo digan a mis tomateras y a los calabacines cuyas hojas se han puesto con un “cenizazo” encima que las he tenido que arrancar y según dicen los expertos es como consecuencia del cloro del agua.
Si he notado, que cuando llueve de verdad, las plantas lo agradecen una “barbaridad” creciendo con alegria y buen color… como cuando nosotros nos comemos una buena y sana comida ó salimos a la calle recien duchadito y con la colonia puesta.
Nuestros rios han dejado de llevar el agua que siempre llevaron y sus cauces permanecen casi secos durante todo el año, nuestros “picones” ya no se comen por la contaminación y aún hay algunos como José Mª. Aznar que dice que no echemos cuenta del cambio climático porque no es para tanto y digo yo que no será para tanto pero como siga esto así, terminaremos comiéndonos esas bandadas de “loros verdes” que se están haciendo dueños de nuestro ecosistema y están desplazaando a otros animalitos que durante toda la vida se criaron cerca de nosostros y el ambiente de cambio de estaciones adecuadamente.
Aquellos inviernos de grandes frios e intensas lluvias, me recuerdan con mucho cariño aquellas bandadas de “avefrias” que volaban por Garciabravo, Las Minas, Las Cantarigüelas y que levantaban el vuelo delante de nosotros. Yo sigo preguntándome…..¿ donde estaran ahora….?.. ¿ porque no vienen ya….?.
Dos o tres generaciones posteriores ya no habrán conocido esos pájaros que figurarán en los libros como “desaparecidos” tal como nos sucede a nosotros con los dinosaurios y otros animales antidiluvianos.
No quiero ser “drástico”, así que nos acostumbraremos a no pensar en el olor a la “tierra mojada” como algo nostálgico y seguiremos leyendo los temas tan actuales de “trasvases “ de agua de unos cauces a otros ó de la utilización de plantas “desalinizadoras” como remedio de esta enfermedad de la Naturaleza.
Una reflexión más como consecuencia de mi ilusión por la lluvia y mi añoranza del invierno.
Un abrazo.
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