Muchos al ver el título puede que piensen que se trata de una novela o algo parecido ya que bajo esa rúbrica se suele hablar de dos formas de vida en una misma persona… digamos… que dos maneras distintas de comportamientos como algunos titulares en los que la persona actúa de forma normal en su ambiente familiar y cuando sale se transforma en otra totalmente distinta, pero… no van por ahí los “tiros”.
Estoy totalmente convencido que nuestra forma de vida es una sóla, con unos esquemas recibidos de los padres y perfeccionado ó desperfeccionado por la influencia del ambiente familiar y circundante.
Sucede a veces en estos comportamientos de vida esquematizados, que un hecho aislado ó especial como por ejemplo una dura enfermedad, te cambien totalmente los esquemas y la vida. Para poder analizarla, hay que hacerlo en función de “Un antes” y “Un después”.
ANALICEMOS EL ANTES:
La persona en cuestión, desarrolla su vida y recibe la educación que le facilita el entorno cercano familiar, adquiere una formación acorde con una realidad y a partir de ahí…. Su forma de ser será siempre igual, con unas metas preestablecidas hacia la consecución de mejoras constantes en su vida y en la de los suyos. Esta persona vive la vida de forma pletórica, disfrutando cada vez más del aire que respira, acaparando bienes, porque no se piensa que la vida termina y nos marchamos metidos en un traje de pino sin “bolsillos” donde poder meter lo que hemos conseguido ahorrar, guardar ó acumular.
Así vivimos la vida, sin preocuparnos mucho del vecino, que pasa a veces calamidades y sin darnos cuenta en este “antes de…”que hablamos de una forma que herimos a los demás sin pensar absolutamente en nada y no reparamos en que estamos obrando de forma equivocada.
ANALICEMOS EL PUNTO DE DIVISIÓN:
Estás viviendo en esa etapa “antes de…” y de pronto sientes un dolor extraño… que poco a poco va ganando en intensidad y aquí no hay “tu tias”… corres a un Centro Médico, donde “se meriendan la perdiz” a su gusto y con el diagnóstico de una “gastritis” te envian a casa bajo el “placebo” de un fuerte calmante.
Nada ha sucedido, sigues siendo el mismo, te sigues poniendo el mundo por montera…, miras sin mirar, a la viejecita que te ofrece la estampita en la calle y que a cambio te pide unas monedas…… La vida sigue siendo eterna para ti.
El dolor, llama de nuevo a tu puerta y con la inconsciencia de la eternidad, buscas alivio en los médicos… que poco a poco se lo van tomando más en serio y aunque piensas que con un “omeprazol” te quedarás nuevo y seguirás siendo el mismo, resulta que no es así…. Porque te meten para “adentro” y te hacen “monje” de clausura por un mes, manteniendo tu vida…. “La de siempre” con ilusiones de “buscapina”, hasta que después de muchas pruebas sin resultados positivos, eres tu mismo el que tienes que leer, releer y estudiar hasta que te das cuenta que estás en el punto de división de dos vidas.
Después de un mes de ignorancias y sufrimientos, te aparece un señor de bata blanca con una enfermera y que a un montón de kilómetros de tu ambiente familiar, te dice…. Mañana le operamos… lo suyo es muy difícil de superar… le hemos puesto a Vd. sólo para intervenirlo mañana porque lo suyo es complicado porque Vd. tiene el tumor en el páncreas y es un lugar de muy difícil acceso y complicado de reparar, así que ha de firmar este documento aceptando si quiere operarse.
Firmas el documento y le dices…. Bueno pues que sea lo que Dios quiera. Después aparecen tu mujer e hijas y no sabes que decir porque crees que ellos no saben nada, así que te distraes con las instrucciones de las cosas que has de hacer esa noche para estar preparado a la mañana siguiente.
Ni que decir tiene que ya estamos en ese punto de división de las dos vidas de la que hablo…. Pero no es un punto ni un momento, es…una eternidad de meses de sufrimientos, en el que tiras la toalla y te marchas,… ó decides que deseas continuar.
Yo viendo la fortaleza de los que tenía alrededor, opté por luchar, sin que importasen los sufrimientos corporales y se soporta la quimioterapia y todo lo que venga cuando ves un poquito de “resquicio de luz” por donde puedes salir de esa negrura tan profunda.
ANALICEMOS EL DESPUÉS:
Son miles y miles de personas las que pasan por este trance y muchas las que aún andan por las calles, pero os aseguro categóricamente, que ya no son los mismos y ven la segunda parte de su vida de distinta forma.
Has pasado el trance y ves las cosas de la vida desde otra perspectiva distinta porque tuviste un pié en la eternidad y lo pudiste retirar a tiempo… ya sabes que en cualquier momento puede suceder, pero no le temes a nada, porque eres distinto y eso te hace tratar de comprender a los demás y ponerte en situaciones que en tu primera fase de vida no lo hubieses hecho nunca.
El dinero tiene el valor justo para lo que lo necesitas, tu mujer y tus hijos tienen un valor infinito y con las demás personas ocurre lo mismo porque ya sabes que no eres el mejor, sino todo lo contrario el que menos vales de todos.
Aún así, seguimos siendo de barro, torpes y defectuosos, pero la ilusión de ayudar a los demás y ser mejor cada día, no se pierde nunca, porque en este “después”, se vive mas tranquilo, más sosegado, disfrutando lo que haces y dando gracias constantemente por poder hacerlo.
Ayer en “Se llama Copla” con bastante habilidad, la presentadora Eva González hizo hablar un poco a dos de las concursantes que han tenido su “antes “ y su “después” y fijaros con la sencillez y alegría que expresaban sus pensamientos y saboreaban lo que les estaba sucediendo en aquel momento. Hablaron algo( porque de esto no gusta nunca hablar) con la finalidad de ayudar a los demás que puedan necesitarlo.
Esta reflexión mía, no tiene otro motivo que hacer pensar un poco a todo el que sea capaz de leerla hasta el final y que cuando se presenta una situación tan difícil, no siempre todo está perdido si se lucha con fuerzas y fe en la continuidad de la vida mejor.
Un abrazo.
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