He salido a la puerta del apartamento y el llenar mis pulmones del aire fresco de la mañana me hace sentirme otro, así que me decido a andar por el césped mirando los arriates que a pesar de estar en octubre, se presentan con flores primaverales, las hormigas corretean con semillas en sus enormes fauces y se introducen sin miramientos en los interiores de la tierra.
Los aguacates verdes cuelgan de sus ramas incitando a que se les cojan a pesar de estar duros como piedras y no ser aún la fecha de la recolección pero la naturaleza se ofrece de esa forma. Doy la vuelta al bloque de apartamentos y me tropiezo con el laurel florido blanco que este año está precioso, precisamente cuando ni siquiera le hemos regado…., a su lado la mata de perejil está con ramitas cortas y desiguales por el “atosigamiento” de los zarmorejos y tortillas.
Sin saber como han aparecido Lola y Chico que corretean a mi alrededor para que les haga “carantoñas”. Son dos hermanos perros cuyo nombre de reza no se escribir, pero que se han hecho mis amigos igual que el dueño porque salimos a pasear y distraernos en este descanso mio que se me antoja muy largo.
El jardinero me saluda y continua con su faena de recoger las hojas secas que vuelan por el suelo de la urbanización, faena ingrata esta porque al rato todo sigue igual como la canción.
La tórtola turca, posada sobre el cable del teléfono, adorna musicalmente la escena y hace equilibrios abriendo sus alas para “campear” el fuerte viento.
No me da la gana abrir el intelecto y clavo mis ojos en las paredes blancas de los bloques por donde una gran salamanquesa corretea venciendo sin dificultad la fuerza de la gravedad que a nosotros siempre nos trae de cabeza.
Mi coche se pone sin saber como delante de mi para mostrarme la suciedad que tiene encima pero hoy no puedo hacer nada ya que he decidido no pensar y en estas circunstancias mi vida es un “andar”y un “mirar”, así que “extremidades” y “ojos” son mis verdaderas… yo diría viejas armas que tambien están cansadas de trotar.
Desentona en todo esto la “bocina” del panadero y su ronca voz….que sin cesar dice… “ panaaaeeerooo” con lo que se “espanta” la tórtola turca y deja la escena sin música celestial.
La pequeña “lagartija” corretea por el muro viejo detrás de un raro insecto que no consigue atrapar entre sus fauces pero que no ceja en el intento hasta que lo consigue.
El arriate de “hierbabuena” está muy bonito y su inconfundible olor a “sopa” quiere que yo piense en otras épocas de mi infancia por lo que les grito….! Hoy no quiero pensar! Ya sólo tengo ojos y piernas para no ofender y con todo eso no estoy seguro de conseguirlo.
Se oye una voz lejana que dice…. ¡¿Paco estás ahí……?! Por lo que dejo ser un “zombi” y me incorporo a mi cotidionidad de la vida que traducido a otro idioma es el “joder y ser jodido”.
Un abrazo.
3 comentarios:
Una vez más te doy las gracias, Currini.
Has conseguido que me transportara y viera las higueras y los olivos de mi pueblo, que escuchara las tórtolas y oliera el rosal que tiene mi tia Rosalía en la puerta de su cortijillo.
Buen finde,
Besos
Hola papá,
..y cómo se nos van poner nuestras plantitas con la lluvia que nos está cayendo...
Un besito,
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