martes, mayo 06, 2008

LAS PRIMERAS COMUNIONES.











Acabo de leer el comentario que bajo el título de “ El precio de la Primera Comunión”, ha escrito con gran maestria y claridad en la exposición Andrea Castro.

Como es lógico habla de las comuniones de ahora y hace centro cronológico de las mismas el mes de Mayo que habiendo sido siempre el mes de las flores, ahora pasa a llamarse el mes de las Comuniones, apareciendo todos los sábados y domingos las iglesias engalanadas y los invitados totalmente trajeados en las puertas, porque ni que decirse tiene que la mayoría se queda sin entrar en el recinto sagrado y permanecen fuera comentando el triunfo del Real Madrid ó haciendo conjeturas de si el convite estará a la altura de las circunstancias.

Nuestros padres nos contaban que muchos de ellos no habían podido tomar la primera comunión, sobre todo a los que le tocó vivir en épocas en que imperaba la República como forma de gobierno y fijaros que he dicho de “tomar la comunión” y no hablo de “celebración” porque eso si que no existió nunca para ellos, entre otras cosas, dejando lo religioso a un lado, porque no habia dinero y costaba mucho el poder ganar un poco sólo para subsistir.

Los tiempos hacen evolucionar las cosas, que poco a poco van cogiendo otros derroteros y, cuando yo hice la primera comunión en la Iglesia del Barrio Abajo, porque yo iba a la escuela de D. Bernardo pues… tampoco lo celebramos en casa y lucí un trajecito muy modesto con pantalón corto que me sirvió para las ferias de Mayo y de Agosto, pues en cuanto se terminó la ceremonia me cambié de ropa y me fui a “Las Pozas” a jugar con mis amigos, después de haber recogido unas pesetillas que me dieron los vecinos como Jacinta, Ana Boza, Maria Parra y mis tios que andaban por allí en la calle. El rosario, los guantes blancos y el librito de misa, fueron prestados de mi primo Antonio Plata y casi seguro que tampoco eran de él porque todo apuntaba a un color de viejo amarillo y olor a alcanfor.

Cuando antes he dicho que los tiempos evolucionan y que en mi casa no se celebró nada, no es que esté hablando con ironía.. pues ya estaba aflorando el cambio hacia lo que tenemos hoy pues yo tuve la mala suerte de tener que hacer mi primera comunión en la iglesia de Abajo, pero los que la hicieron en la Iglesia de la Victoria donde estaba el Padre Sánchez, después del acto litúrgico y de encontrarse todos en Gracia de Dios, pasaron al salón de los Catecismos y la madre del cura bajó dos ollas de leche en polvo y chocolate, acompañada de grandes papelones de dulces y recortes de dulces que el Cura habia recogido gratis de la pasteleria de José Durán, pero como yo no la había hecho allí, me quedé a tres velas con las ganas de que me hubiesen dejado pasar dentro para disfrutar de lo que tanto deseaba y que hoy nadie quiere.

En los años sucesivos ya se iban viendo mas niños vestidos de marineritos unos y de oficiales otros y los trajes de las niñas cada vez eran más largos y sofisticados y hasta en algunas casas se reunian para comerse unos pollos con tomates y por la tarde merendar con dulces y chocolate.

La siguiente generación fue teniendo mas suerte y por ejemplo la primera comunión de mi hija mayor se celebró en La Colonia San Miguel, donde mi amigo Antonio Ibanco ( Q.E.P.D.) me ofreció el chalet que estaba construyendo y aunque a medio terminar y con las paredes sin enlucir, fue un lugar estupendo donde lo celebramos a lo grande con barriles de cervezas que conseguí de un bar del puerto y las tortillas, ensaladillas, guiso pata, caracoles,albóndigas, pimientop rellenos y un sinfín de cosas más que nos permitió estar todo el dia allí y rematar la faena por la tarde con los clásicos churros con chocolate. Mi hija la pequeña tuvo la misma suerte y se celebró aquí en Torreguadiaro de la misma forma en un local comercial que me facilitó desinteresadamente sin cobrarme ni un duro D. Rogelio Blanco del Tesorillo.

Igual que yo lo hice con mis hijas, lo hacian los demás pero ya fueron apareciendo los típicos locales que se alquilaban y al mismo tiempo por una módica cantidad te ponian los camareros y las viandas y así poco a poco fuimos creciendo para llegar a los esforzados convites que se organizan hoy a precios desorbitados y desvirtuando un poco(por decir algo) lo que es el acto religioso en sí mismo.

La autora del comentario explica con bastante claridad lo costoso de los trajes tanto de niños como de niñas que salen a una media de 150, y 400 euros respectivamente, aparte los complementos a precios desorbitados por la simbología que expresan. Los cubiertos según el informe cuestan una media de 35 euros por comensal y la celebración religiosa queda convertida en un acto social con muchos invitados.

Estamos inmerso en esta “bola” que gira y gira pues seguro que nos cogerá a nosotros ya con nuestros propios nietos y que vamos a hacer…… pues alegrarnos y sentirnos felices ese dia haciendo fotos con nuestras estupendas cámaras digitales que para algo las tenemos y las hemos adquirido a través de Internet y a buenos precios.
Un abrazo.

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