Varias veces han sido las que me he cruzado con Paco Delgado en La Barca Moreno y entre que él no me recordaba y yo que soy bastante tímido, nunca nos habíamos atrevido a cruzar palabra alguna.
El empinado y enorme patio que comparten las familias Barranco Castilla, Barranco Moreno, Barranco Parra y J. Ruiz( sin presencia física), estaba hoy bastante atractivo por encontrarnos aún en primavera , estar los geranios en flor y los helechos de los macetones bastante verdes, así como las buganvillas rojas.
Dentro del garaje del Elio estaba yo con Pepa, Manolín, Sebastián Parra y el propio Elio que andaba “trajinando” intentando hacer con “racillones” y mezcla un armario para guardar los tarros de las conservas con los productos del huerto.
Se acercaron a saludarse, porque de familia se trata, Anita, Cati y Paco Delgado con los que estábamos allí y por fin me decidí a saludarle y ya me comentó que él no me habia hablado porque realmente ya sabía quien era pero no recordaba nada de mi.
El entablar conversación con otro jimenato mas o menos de tu edad, no suele resultar muy difícil si el interlocutor se presta a éllo que es lo que sucedió en este caso en concreto.
Comenzó diciéndome …. Mira…Currini.. yo he leido bastantes cosas de las que escribes en Tiojimeno y es bonito porque me lo recuerdas todo tal como era y los paisajes que describes vienen a mi otra vez porque también los conocí y esa belleza la siento como hijo del pueblo que lo soy.
Esa forma tan normal de comenzar y el llamarme varias veces seguidas por Currini… me hizo sentirme como si con uno más de la familia se tratase pues eso de Currini me lo decia mi padre con tanto cariño que lo llevo grabado a mucha honra dentro de mi ser y me complació bastante.
Cogí cuerda…. Y le fui explicando que yo le recordaba con el “Babi” blanco en la farmacia de Mata y que conocía a toda su familia al completo y muy especialmente a Ricardo y a José Luis porque más o menos eran de mi misma edad y compartí colegios con ellos.
Ahora quiero recordar que hace bastante tiempo yo escribí algo relacionado con esta familia y creo que se titulaba “ La Buena Gente que un día se marchó del Pueblo” y de esos temas de los recuerdos nos pasamos de unos personajes a otros, comentando las graciosas anécdotas que antes se sucedian constantemente en nuestro pueblo y la particular forma de vida de aquella época, asi como el comportamiento de la gente.
Fueron pocos momentos los que estuvimos juntos, pero los suficientes para “desgranar” una pequeña parte de nuestra existencia en común en Jimena de la Frontera y darnos cuenta de que en cada calle, en cada piedra y en cada rincón, hay algo nuestro que no podremos olvidar nunca.
Paco al igual que yo se siente a gusto en La Barca Moreno, porque aquello te permite vivir a amablemente con quien quieres estar y disfrutar de una belleza y tranquilidad que en ningún otro sitio tan cerquita de Jimena puede tener para una persona ya jubilada que le apetece leer, echar sus paseos, tomar su cafelito y compartir destino con los demás que tambien es importante.
Recordamos muchas cosas comunes y hasta nos vimos vestidos de falangistas con el brazo en alto cantando aquellas canciones que Don Antonio Muñoz nos dirigia y que nosotros como verdaderos autómatas o “loritos repetidores” cantábamos sin saber que es lo que haciamos, ni que significado tenía aquello, pero que con el fusil de palo nos sentiamos héroes felices, era una forma más de jugar y divertirnos sin hacer daño a nadie y en nuestras casas estaban un rato despreocupados de nosostros porque bastante preocupación tenian en tener que buscar el sustento diario para todos los componentes de unas grandes familias.
Como dije todo resultó breve pero intenso en contenidos(Anécdotas de A. Muñoz, Jacinto Berlanga, J.M. Contreras, Salvador Cava et. Etc. Etc.) y lo mejor es que ya siempre que nos veamos nos saludaremos como buenos amigos de verdad, unidos por el recuerdo y en parte por la historia común de nuestras vidas.
Un abrazo.
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