Soledad errante de mis calles
El hambre a su despertar
Añorando los grandes valles
Y sin poder cantar ó piar….
La vista se me negó….
Y hasta el buen caminar
Se moria de dolor……
En el vivir y arrastrar
Que triste fue mi Soledad
Soledad de las miserias
de una vida sin igual….
Que tristeza sus “quejíos…
Sus saltitos sin parar
¡que pena una vida tan triste triste!
Para mi pobre Soledad…..
Recuerdo que van pasando,
Y sin poderlo evitar
Hoy le estoy cantando
A mi triste Soledad.
Dedicado con todo mi cariño en el recuerdo a aquella gallina triste, tuerta, coja y “espeluchá” que andaba arrastrando su vida por la Calle Sevilla de Jimena…… que iba buscando los granos de trigo perdidos en la puerta del “ Pósito”, los granos de “graná “ caídos en las puertas de la plaza de abasto, o las pipas de los tomates y pimientos aplastados por los cascos de los burros de los vendedores ambulantes .
Alguien supo ponerle el nombre de Soledad porque sin tener un dueño legal, vivió errante por nuestra calle, durmiendo en cualquier portal ,con la protesta de las vecinas que habían de retirar su “cagá”. ¡ Que triste fue la vida de aquella desventurada Soledad! Que no fue artista y no pudo hacer nunca “na de na” pero por eso precisamente yo….. el más triste y sólo de los mortales, la he querido recordar, porque con ello señores ,le he dado la inmortalidad.
Soledad terminó sus días de tristeza por un pisotón recibido sin querer de uno de aquellos trabajadores del Pósito que cargado con el saco de trigo no la vio y la dejó inútil para seguir viviendo, pero alivió los estómagos de unos cuantos necesitados que hicieron un puchero con sus humildes huesos.
Un abrazo .Currini
El hambre a su despertar
Añorando los grandes valles
Y sin poder cantar ó piar….
La vista se me negó….
Y hasta el buen caminar
Se moria de dolor……
En el vivir y arrastrar
Que triste fue mi Soledad
Soledad de las miserias
de una vida sin igual….
Que tristeza sus “quejíos…
Sus saltitos sin parar
¡que pena una vida tan triste triste!
Para mi pobre Soledad…..
Recuerdo que van pasando,
Y sin poderlo evitar
Hoy le estoy cantando
A mi triste Soledad.
Dedicado con todo mi cariño en el recuerdo a aquella gallina triste, tuerta, coja y “espeluchá” que andaba arrastrando su vida por la Calle Sevilla de Jimena…… que iba buscando los granos de trigo perdidos en la puerta del “ Pósito”, los granos de “graná “ caídos en las puertas de la plaza de abasto, o las pipas de los tomates y pimientos aplastados por los cascos de los burros de los vendedores ambulantes .
Alguien supo ponerle el nombre de Soledad porque sin tener un dueño legal, vivió errante por nuestra calle, durmiendo en cualquier portal ,con la protesta de las vecinas que habían de retirar su “cagá”. ¡ Que triste fue la vida de aquella desventurada Soledad! Que no fue artista y no pudo hacer nunca “na de na” pero por eso precisamente yo….. el más triste y sólo de los mortales, la he querido recordar, porque con ello señores ,le he dado la inmortalidad.
Soledad terminó sus días de tristeza por un pisotón recibido sin querer de uno de aquellos trabajadores del Pósito que cargado con el saco de trigo no la vio y la dejó inútil para seguir viviendo, pero alivió los estómagos de unos cuantos necesitados que hicieron un puchero con sus humildes huesos.
Un abrazo .Currini
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