JIMENATOS EN EL KILÓMETRO CERO
KILÓMETRO CERO MADRILEÑOLa plaza madrileña vuelve a ser epicentro de las reivindicaciones del 15-M, con ciudadanos llegados desde todos los puntos del país.
16 comentarios9 votos Cientos de indignados de las siete columnas de la Marcha Popular Indignada, que partió de diferentes puntos de España y que han confluido este sábado en la madrileña Puerta del Sol, han relatado sus experiencias durante el mes de camino que les ha llevado al lugar que fue epicentro de su protesta.
Pasadas las 21:00 confluyeron en el kilómetro cero de la capital las siete marchas de indignados que salieron hace un mes de Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Extremadura, Valencia y Murcia. Sus integrantes fueron recibidos en la Puerta del Sol entre aplausos y con carteles que daban la bienvenida a la Marcha Popular Indignada.
Después de su llegada, se han sucedido las intervenciones de diferentes jóvenes. Uno de ellos, procedente de Galicia, clamaba que "si hay que dar la vida, se da la vida", mientras otro joven de Motril (Granada) ha aprovechado para denunciar la política agraria en su región. Otros han manifestado su protesta a ritmo de rap, como un joven andaluz que cantaba "no somos mercancía, dejadnos vivir la vida". Cada intervención de los integrantes de las marcha era celebrada por los reunidos en la Puerta del Sol agitando las manos en alto.
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Pasadas las 21:00 confluyeron en el kilómetro cero de la capital las siete marchas de indignados que salieron hace un mes de Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Extremadura, Valencia y Murcia. Sus integrantes fueron recibidos en la Puerta del Sol entre aplausos y con carteles que daban la bienvenida a la Marcha Popular Indignada.
Después de su llegada, se han sucedido las intervenciones de diferentes jóvenes. Uno de ellos, procedente de Galicia, clamaba que "si hay que dar la vida, se da la vida", mientras otro joven de Motril (Granada) ha aprovechado para denunciar la política agraria en su región. Otros han manifestado su protesta a ritmo de rap, como un joven andaluz que cantaba "no somos mercancía, dejadnos vivir la vida". Cada intervención de los integrantes de las marcha era celebrada por los reunidos en la Puerta del Sol agitando las manos en alto.
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