Hace unos dias estuve en una misa de difuntos en una Barriada de Algeciras y aunque he ido muchas veces a este tipo de misas, nunca me había “percatado” de lo acontecido en ésta y quizás no es que a lo mejor sea distinta, sino que a mi me ha cogido con otro ánimo ó con la disposición a pensar y autocriticar de forma honesta lo que alli sucedía.
En primer lugar, la iglesia un tanto moderna, pero totalmente encalada de blanco y sin un Santo por ninguna parte…….sólo al fondo y detrás del cura está el enorme crucifijo de siempre, lo que no quiere decir nada porque así son las iglesias de ahora, pero a mi se me antojaba esa con el altar mayor, repleta de santos por todas partes como la nuestra de la Victoria(antes), con su púlpito y los cuadritos del “Via Crucis” por las paredes, rematados por el coro, el órgano dorado y la pila bautismal de aquellas grandes de piedra y en las esquinas las pilitas de agua consagrada que cuando llegaba la Semana Santa y la reponian de agua, tu que estabas acostumbrado a mojar los dos deditos, no te dabas cuenta y metias el puño hasta arriba y se te mojaba hasta el codo, sacudias la mano y el que venia detrás decia ¡“leche… que me has mojao”! y nos poniamos cerca para reirnos de los que distraidos venian detrás y les pasaba lo mismo.
Volviendo a la seriedad del tema, os diré que eché de menos muchísimo el “Dóminus Bobiscus” y el “Réquiem eterna in donais domine” y para colmo no habia monaguillo con su “roquetito”, su “zotanita” , su escapulario, para mas “Inri” no habia “campanilla” ni nadie que ayudase al sacerdote en los menesteres sagrados como se hacía antes y a lo que yo estaba muy acostumbrado porque aún me acuerdo de toda la misa en Latín y eso también lo echo tanto de menos en las misas que no sé porque todo aquello tuvo que cambiar de esa manera con lo felices que éramos con aquella forma de entender la liturgia tan a lo nuestro.
Lo que he visto en la iglesia de esta Barriada, no lo he visto antes y es que cuando el sacerdote dice …!daos fraternalmente la paz!.... la gente comenzó a darse besos y abrazos unos con otros pero no los que estaban cerca, sino todo el mundo allí pues los de atrás se venian hacia delante y los de delante se iban atrás para seguir abrazando y besando. Debe ser una costumbre del lugar porque hasta el sacerdote bajó a dar la mano a todos y allí se perdió mas de 15 minutos en esta parte de la misa.
Otra parte que tampoco comprendo, es que si no habiamos confesado y no estábamos en ayunas desde cuatro horas antes, no se podía comulgar y ahora comulga todo el mundo sin haber confesado antes y habiéndose tomado hacía 5 minutos un café con leche y una madalena que yo los habia visto cuando estaba aparcando mi coche junto al bar.
Nosotros para ir a misa antes aprendiamos cuando teniamos que permanecer de rodillas, sentados ó de pié, pues ahora eso da igual yo procuraba hacerlo conforme a lo que siempre me enseñaron pero los demás cada uno estaba como mejor le parecía.
No quiero que nadie piense que estoy en contra de nada, simplemente se trata de una reflexión, porque yo fui alli y cumplí mi cometido de rezar un poco por el alma de la fallecida como hice, pero a mi manera y como se me enseñó desde pequeño y no comulgué porque no habia confesado ni estaba en ayunas y el “Padre Nuestro” lo recé con la versión antigua que es la única que me sé, aunque desentonaba un poco con los demás y hasta terminé antes ya que es bastante más corto.
Siempre he pensado que cuando se va a una misa de difuntos no es bueno quedarse en la puerta de la calle y es conveniente entrar porque si se va allí es para algo en lo que crees y si no crees no vayas ni entres, aunque tenemos derecho a opinar y reflexionar porque ese derecho, gracias a Dios, no nos lo puede quitar nadie hoy en dia.
Un abrazo.
2 comentarios:
Aqui no dijo nada porque el tema no me es muy conocido. Solo que aunque no soy creyente si me veo obligado a asistir a una misa de difuntos entro y lo hago con el mayor respeto.
Yo creo que los que se besaban y rebesaban y después se comieron el pan consagrado no son creyentes... yo les suelo llamar fanáticos de las emociones imprevistas porque se dejan llevar por lo nuevo que tienen delante. La religión cada uno tiene la suya y esto es muy personal. Un abrazo Currro
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