EL SENTIMIENTO DE SER JIMENATO

Una semana fuera y al regresar de nuevo para enfrentarte con lo cotidiano, se da uno cuenta de que estas ausencias son muy necesarias para que la máquina que está acostumbrada a enfrentarse a situaciones continuadas de preocupaciones, pueda liberarse y recuperarse al mismo tiempo de todo.

Cuando he vuelto, lo primero que hemos hecho es montarnos otra vez en el coche y salir disparados para La Barca Moreno donde tenemos la familia más próxima de mi mujer que en definitiva (como a todo el mundo le pasa) es la mia.

La verdad es que ya llevo bastante tiempo por esta zona de Torreguadiaro y la vinculación por amistades es bastante fuerte.Pero cuando voy en mi coche, paso por San Martin de Tesorillo , Montenegral Alto, Esquina del término de Castellar y en las rectas de "Barria" ya me siento completamente en mi casa, aunque esta casa mía, sólo tenga existencia en mi mente, en mi corazón y dentro de mi propia alma.

cada planta que veo, sin saberme sus nombres, son reconocidas y asociadas inmediatamente a mi infancia tan llena de libertad y naturaleza, hasta hecho de menos los nidos de cigüeñas que tan bonitos estaban sobre las gañanías del cortijo de Antonio Ramos y aquella vieja carreta que parecía esperar a los bueyes y el manijero para empezar la faena del dia.... que habia dejado de tener comienzo para siempre y quedarse en la eternidad de nuestras memorias inertes.

!Que rápido es mi coche....! no me he podido recrear más en los encantos de "Barria" y ya estoy en la Venta "El Cagajón" que aunque le pusiesen "La Adelfilla" y otros nombres posteriores, para mí, lo del "Cagajón" me suena a gloria bendita porque comencé a oirlo al poco de nacer y sus propietarios "Los Sánchez Barranco" que tanto surcos arañaron a la terca tierra nuestra(negada siempre a dar los frutos gratuitamente) y tanto segaron y trillaron por aquellos alrededores, hoy tambien están desperdigados, algunos en el cielo como mi amigo José y otros como Francisco, Irene, Beatriz, Josefa con sus respectivos cónyuges vivirán en Jimena o en La línea donde también tenian raices familiares.

Sigo conduciendo y me hiere en los ojos el reflejo de las aguas encharcadas que nunca estuvieron allí y que mi amigo "Chano" no se "percata" del daño que causa a los buenos vecinos que como él tienen derecho a disfrutar de lo que es realmente suyo por derecho propio y también me hiere en los ojos la falta de decisión de los que en mi pueblo han de tomar las firmes y correctas decisiones de poner las cosas en su sitio.

Me estoy acercando a Marchenilla y veo un letrero que no existe "Venta Juan Torres"-"Pollos con Arroz" y es que aquella venta la abrió Juan casi coincidiendo con la utilización por primera vez de las ollas exprés y en su publicidad transmitida de unos a otros, se decía que allí pedias un pollo con arroz y en una hora lo cogian del corral, lo pelaban y lo preparaban y te lo servian en un periquete, cosa que era cierta porque un servidor de ustedes fué invitado a un pollo con arroz y no me olvidaré nunca de lo bueno y del olorcito que echaba aquello.

Con el "rabillo" del ojo derecho estoy viendo en mi mente la escuela donde Maria Vasallo con toda la juventud del mundo encima de élla, está sentada en la puerta mientras que unas niñas juegan a saltar la "comba" ajenas a las cabalgaduras y carretas que lentamente transitan por la gran calle a medio asfaltar.

Mientras continuo conduciendo recuerdo sin parar a muchos marchenilleros que nos abandonaron, pero que dejaron su semilla bien acentada en el pueblo como José Delgado, Juan Delgado, Cristóbal Delgado( Los Barberos), La familia Sánchez Pró ( Los Garitanos), las dos hermanas inseparables Juana e Isabel ( Las Huecas), Los Torres y un montón de ellos más que no recuerdo sus apellidos.

Me dá un poco el sol en los ojos y es natural porque me encuentro en el llano libre junto al cortijito que compró Don Guillermo Ruiz y que probablemente hayan vendido sus hijos o tal vez lo haya adquirido su hija Lola ya que Juan Ruiz pienso seguirá dedicándose a los menesteres del campo como siempre ha sido.

Atravesar las curvas de "La Angostura del Coto" siempre me ha dado miedo, no sé porqué, y siempre retiro el pié del acelerador y bajo la velocidad a tercera para poder mirar un poco el Cerro del Almendrí donde Juan Doncel con su pelo blanco siempre estaba haciendo algo en la "era" que delante del pequeño cortijo tenía.

Grandes recuerdos me traen esta zona ya que si se mira a la izquierda puede que algunos recuerden un vivero de flores que no hace mucho estuvo por allí pero yo veo el Cortijo "El Poyo" y saliendo del mismo a Juan Pérez montado en su caballo negro colino y a su hijo Paco (Q.E.P.D.) también montado en un caballo blanco ya que fue la perfecta continuidad de su padre, aunque por desgracia nos abandonó antes de tiempo quizás. Por allí tenía un cortijito José Delgado el marido de Mercedes Saavedra la de la tienda de la calle Sevilla y el pobre hombre iba y venia mientras pudo ya que era miope de los de las gafas de culo de botella como deciamos antes los chiquillos.

Aquí me contaba mi padre que siendo un niño, fue con mi abuelo al cortijo de Los Macho Blanco y se encontró un nido de "caganos" y su padre le dijo.....!Sebastianito no vayas a cogerlo...! y se fueron andando hasta Jimena. Al dia siguiente, mi padre se juntó con otros dos de su edad y se fueron por el nido y se lo trajeron y cuando mi abuelo se enteró le dio fuerte para que nunca mas cogiese nidos de pájaros que después morian sin remisión alguna porque eran insectívoros.

¿Quereis ver que sin darme cuenta estoy en la Estación de Jimena y viendo esa cruz nueva que ha aperecido en la fachada del convento y que creo estaba allí, aunque no la viésemos nunca...?. Se me agolpan " Las Novenas" unas tras otras y con distintos matices según la época vivida y mi edad claro está en cada momento. El último dia de Novena, se iba como ahora a la procesión, pero cada familia se llevaba sus capachas y la comida que solía ser carne en salsa, tortillas, huevos cocidos duros, chorizos y terminada la procesión nos íbamos a un bar que podia ser el de Juan Luque, Frasquito Gómez ó el de Gómez El Cabo de los Municipales que lo tenia justo en el paso a nivel y donde nos comiamos todos "los Orellanas" los conejos en salsa que tan bién guisaba mi tia Encarna La Grande. No puedo dejar de decir que las "zamboas" del huerto del convento estaban riquísimas si te ayudabas con el agua del pipo de la señora que las vendia.

De aquí no puedo deciros mucho porque de la "Coscoja" os he hablado en muchas ocasiones pero realmente es donde cojo aire en mis pulmones y contemplo una de las fotos mas bonitas que mi pueblo ofrece al visitante enamorado de lo bello.

Intentaré dejaros una muestra de esas plantas que a mi me fascinan porque me crié entre ellas, aunque muchos digan que espinan y que son alcauciles borriqueros pero que yo me comia con mucha frecuencia cuando por este tiempo andaba por los alrededores del pueblo entretenido con la "yerba" para los conejos y los nidos de las "viuditas", "trigueros" y "cujales".

Un abrazo.