!IGUALES PARA HOY...! JIMENA DE LA FRONTERA

Unos dias antes de marcharme a Lisboa ya me había enterado por Tiojimeno que el Jueves 24 de Abril aparcería el cupón de la ONCE dedicado a Jimena de la Frontera y aunque se podía adquirir en cualquier lugar yo preferí llamar a mis amigos de la Tasca para que me comprasen algunos, así que pude marcharme a Portugal con mis cupones de Jimena en mi bolsillo, con la ilusión de conservarlos ya que pocas veces son las que me han tocado estos dichosos cupones a pesar de que suelo adquirirlos todos los viernes por quello del “pelotazo”.

He leido también lo del chiste de ¡que no toque! Para poder conservar el cuponcete, aunque si hubiese tocado una cantidad considerable ya hubiésemos encontrado la fórmula de quedarnos con algún cupón para el recuerdo.

Me estoy acordando de que en Jimena la que más cupones vendia siempre era Maria La Pachela, porque se le veía en todas partes ofreciendonos a cada momento la suerte, que siempre se hizo de rogar muchísimo, y que millonarios que yo sepa nunca hubo en Jimena por este medio del cupón.

El nombre del cupón de la ONCE yo diría que es bastante moderno porque siempre nos referiamos a él como “Los ciegos” ó “ Los iguales “ y en ese contecto, uno de los dias que Maria… pasaba por la calle, mi padre le gritó….! María ..dame dos “iguales” que esta noche he soñado que me dabas el gordo y después de un rato de charla y bromas, se marchó con su pregón de … ¡llevo la suerte!...! iguales para hoy!.

Al día siguiente se presentó la buena mujer en mi casa y nos habían tocado 5.000 pesetas, así que mi padre le dio su propina como era costumbre entonces y, nos pusimos muy contentos porque mi padre pudo quitarse de encima unas cuantas de letras que debía y mi madre puso ese día arroz con carne de cerdo y de postre “Flan Chino El Mandarín”.

Siendo yo un chavalote estaba en el Bar España tomándome unas copitas de “Sala” con los hermanos Pérez ( Antonio, Paco y Mariano) y como el de los iguales no nos dejaba tranquilo, saqué cuatro pesetas y adquirí dos, de los cuales les regalé uno a ellos que se lo guardó Mariano y el mio lo metí en el bolsillo de atrás de mi pantalón. Al cabo de unos pocos de dias me pregunta Mariano que si cobré las 500 pesetas que nos había tocado en los iguales y como yo no sabia nada salí corriendo hasta mi casa y los pantalones los habían lavado y no estaba lo que necesitaba para poder cobrar, así que no pude cobrar y fueron los Pérez los que me invitaron a las copas de Sala de ese día.

No se me puede borrar de la mente la imagen de Antonia Durán que vendia los cupones en su casa un poco más abajo de la casa de Don Juan Marina. Era ciega, con aquellos ojos abiertos que parecian que nos estuviesen viendo, allí fue donde por primera vez vi aquellos libros enormes escritos en "Braille" y que ella leia perfectamente. A pesar de parecer seria, cuando hablabas con ella resultaba ser agradable y simpática, además de los "iguales" vedía dulces que estaban sobre una vitrina que había encima del mostrador accediendose al interior de su saloncito por un portalón. Todo esto lo recuerdo porque yo entraba algunas tardes en su casa con Cipri y nos quedábamos un rato haciéndole compañía. Ella solía pagar los cupones cuando le tocaba algo a alguien porque era como la central de la ONCE y cuya contabilidad me parece que llevaba Salvador Corbacho Rey.

Cierto día que fui a Sevilla con mi sobrino Antonio Luque para asuntos de “males”, nos paramos a desayunar en La Venta Los Gallos y me dio por comprar cuatro cupones, de los cuales también di dos a mi sobrino y a los dos o tres días me llama por teléfono y me dice si yo habia cobrado las diez mil pesetas que nos habian tocado a cada uno y menos mal que esta vez los “iguales” estaban en mi monedero y pude cobrarlos sin problema alguno.

En Jimena, somos muy dados a darle importancia a que el nombre del pueblo y nuestras tradiciones salgan en la prensa porque en realidad nos sentimos orgullosos de éllo y recuerdo una vez que vinieron los del periódico Área y estuvieron todo el dia por el pueblo haciendo fotos y cuando nos enteramos todos, del dia que iba a salir publicado pues compramos el periódico todo el mundo y la indignación popular fue enorme porque el titular decía…” Fuimos muy bien recibidos en Jimena de la Frontera donde degustamos el famoso Guiso de Pata y su dulce típico… “ Los Alfajores”. Ni que decir tiene que aquello nos cayó como un bombazo y los periódicos estaban todos tirados por las calles, hasta que el pobre Fernando Carrión los recogió y los metió en el carro de la basura.

Bueno… pues pasó el 24 de Abril y aunque no nos haya tocado nada, pero estamos contentos porque conservamos bien guardadito nuestros “cuponcitos” con la foto del pueblo y el rótulo “Ayuntamiento de Jimena de la frontera” y como dice el otro…. ¡Ya vendrán tiempos mejores….!

Un abrazo..