miércoles, marzo 05, 2008

AQUELLOS BAUTIZOS EN JIMENA DE LA FRONTERA HACE UN MONTÓN DE AÑOS












Hoy es un día de esos que se nos presentan bastante ajetreados porque a las nueve cogí el coche y nos fuimos a Algeciras y para colmo todas las gestiones eran imposibles de realizar por diversas causas y si no quieres caldo pues toma tres tazas ya que se averió el motorcito del elevaluna eléctrico izquierdo del coche y ni subía ni bajaba el cristal, así que me fui a La Peugeaut y los electricistas estaban enfermos por lo que me dieron cita para el lunes día 10 a las cuatro de la tarde, así que decidí pasar por Carrefour y retirar las entradas que tengo ya pagadas y reversadas para el evento de Se Llama Copla y pasó lo que tenia que pasar y es que no tenían el papel especial para poder sacar por impresora las dichosas entradas, por lo que me dije pues a casita porque hoy no es tu dia, pero…. Pensé si voy a la Peugeaut de La línea puede que haya suerte y ¡por fin! La hubo y mañana a las diez tengo cita para lo del coche por lo que esperemos que haya más suerte.

Sobre las 13,00 horas me llamaron unos amigos de Jimena, pero yo no estaba porque habia ido a preguntar una cosa al jardinero y al regresar me dijo Yeya que tenían interés en les escribiese una pequeña “reseña literaria” para unas tarjetas de un bautizo y claro si a las 14,00 horas tenia que marcharme a Málaga para llevar a mi hija a la Estación del AVE para Madrid y antes almorzar, resultaba “complicaillo” lo de escribir algo que mereciese la pena, así que me puse en el ordenador y directamente sobre el correo , tiré unas “letrillas” sobre el papel y las envié a mi pueblo con la certeza de que no habrá sido lo que necesitaban casi seguro.

En el viaje de ida y de vuelta a Málaga, no he podido evitar el pensar en aquellos bautizos que se hacían en Jimena cuando yo era pequeño y aunque los recuerdos algunos son bastante difusos puedo concretar algunas cosas conmo por ejemplo aquel día que estaba yo en el patio de la iglesia y me dice el padre Sánchez….. Necesito que ayudes a un abutizo que vamos a tener ahora mismo, así que no me lo pensé y me puse aquella “zotana” negra y me metí por la cabeza el “roquete” blanco y junto con Pedro Castillo acompañamos al padre por la puerta de la sacristía al “altar mayor” para presenciar desde arriba a todas aquellas personas modestamente vestidos, entre los que sobresalían los padrinos y en brazos de la madrina aparecia un cuerpecillo pequeniño con un gran “batón” blanco, ribeteado de lacitos rosas indicando que se trataba de una niña.Alrededor de aquellas personas, se agrupaba una chiquillería enorme cuyos “cuchicheos” eran imposible de contener porque entre los invitados que se distinguían por sus ropitas mas nuevas , se agrupaban los que estando un poco mas mal vestidos, esperaban el momento de salir a la calle para tirarse al suelo y poder coger la “calderilla” que sonaba en el “bolsillo” del pantalón del padrino.

El “pater”, con un gesto de la cabeza indicó el camino a seguir y tras encender dos velas que llevábamos los dos monaguillos nos dirigimos los tres hacia la pila bautismal que estaba en el ala derecha de la nave lateral en un cuartito bastante pequeño y los padrinos con todos los demás seguían detrás nuestra.

Delante de la gran pila de agua bendita comenzó el cura a rezar y decir esas palabras tan bonitas que antes se decian en estos actos sacramentales y los dos monaguillos contestábamos…..! renuncio! ¡renuncio! Y entre todo aquel formalismo de palabras, se me quedó grabado en mi cabeza, para siempre aquello de…..” El Sacramento del Bautismo es un renacer a la vida” y tampoco se me olvida que aquel padrino se vino para los dos monaguillos y a cada uno nos metió en el bolsillo dos “papelitos” muy dobladitos que resultaron ser dos pesetas de papel con las que todavía , si las guardabas, te servian para poder montarte varias veces en las “cunitas”, los “caballitos”,”los columpios” “el carro las patás” o tirar en el “tiropichón” llegado el momento tan deseado de la feria.

Cuando se terminaba la ceremonia, los chavales nos desmadrábamos, gritando sin parar….. ¡ Padrino roñoso el niño se cae al pozo! ¡ Padrino Ruin el niño se va a morir! Y por la calle aquellos padrinos de entonces iban tirándonos perrillas que cogiamos como podiamos del suelo y después estábamos un buen rato en la puerta de la familia donde se cellebraba el bautiza y casi siempre salía una buena señora que nos repartía algunos “borrachones” y hasta a veces unos trocitos de piñonate que era de lo más deseado por nosotros porque se comian muy poquitos dulces por aquella época.

También es verdad que habia muchos bautizos que no se celebraban porque la necesidad lo impedía y entonces se oía decir…. “fulanito” le echó ayer el agua al niño y todos sabiamos que no se habia celebrado, pero había una costumbre muy generalizada de hacer mantecados, borrachones, la botellita de menta y la de anís para celebrarlo en familia y eso sí el padrino tenía que tirarnos algunas monedillas para romper el “mal fario” que podía caer sobre el niño con nuestra cantinela.
Ya era yo un poco mayor cuando recuerdo que Pedro el Pellejero llegó a mi casa, como casi todos los días, con su gran moto “zangla” y me dijo el domingo estás invitado al bautizo de mis dos mellizos en la Estación, así que me puse muy contento y mi padre me dijo tienes que ir porque Pedro ha invitado a toda Jimena y a toda la Estación. Cuando llegó el domingo me arreglaron mis hermanas y me fui andando ….. pero resultó imposible probar nada ni coger las perras que tiraban de la cantidad de gente que había en la Estación al bautizo y todo el pueblo se enfadó porque resultó ser un verdadero desmadre y casi nadie pudo “catar” alguna cosa.

Antes casi todos éramos católicos no practicantes pero teníamos algo dentro que nos hacía pensar que los niños no se podían quedar sin bautizar y era una responsabilidad paterna el que si fallecia algún niño se tuviese que quedar en “El Limbo” porque según la iglesia no podian pasar al Cielo.

Ahora me parece que hay pocos bautizos y algunos en los que me he visto obligado a ir, los han celebrado como si de una boda se tratase y nunca fue asi en Jimena la forma de celebrar los bautizos que se hacía muy familiar con un carácter bastante íntimo y bonito.

Quien me iba a decir a mi que después de este día tan tétrico ( Al llegar se rompió la bisagra de la puerta y en el horno de la cocina se ha formado un corto y hemos estado un rato sin luz), pero he tenido tiempo de plasmar sobre el papel, mis recuerdos, mas o menos bien, de aquelos bautizos de mi época.
Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

paco con dias como ese es mejor no levantarse animo kiyo solo faltan cuarenta y dos dias para falar portuges no se si es correcto pero asi es en galegiño y horas para la tagarnina y pringa vecina miercolera