sábado, agosto 22, 2009

EL CALLEJÓN TECHAO. JIMENA DE LA FRONTERA





Esta mañana estaba yo tan tranquilo organizando mis artículos, cuando de repente se ha metido en mi casa de golpe y porrazo, el amigo Juan Manuel Contreras, que no me ha dejado hablar ni pensar un solo instante:

¡escúchame Currro..!, me coge del brazo y me da tirones….!escucha, ven para acá…! Y le digo… - Juan que estoy haciendo cosas en el ordenador!.... ---- ¡ Pues déjalas, que te voy a llevar al Callejón Techao” para que veas como está ahora y me digas si recuerdas algo de este tema, que me ha hecho levantarme tempranito y hacerte estas fotos curiosas, estoy convencido de que por pelotas te tienes que acordar de algo de este lugar por el que pasábamos para ir a las escuelas de pago y a las de “barde”.

¡como no! …! ha conseguido traerme al Callejón Techao…! Y aquí me teneis después de haber atravesado el Barranco La silla, mirar de reojo los caserones de José Luque, el estercolero de Jacinta, la embarrá de Señá Sebastiana La Parra, los otros caserones del Cine, La Plaza, Parauta dando voces desde su azotea diciendonos que no hicieramos boquetes cogiendo las aluas, porque le ibamos a tirar su casa, Juan Peláez en su balcón, Señó Roque Vera en su ventana, Agustina, Los Cárdenas, La Carpintería de Antonio Ramos, Los Cava, Doña Julia y que se yo… porque me acuerdo de todos con sus puertas falsas dando a este barranco nuestro de toda la vida.

Miro el letrero que pone… “CALLEJÓN TECHADO”…. Y me sobran todo ese montón de cables de la luz, de teléfonos, esa farola y las antenas de televisión. Aquello, amigos míos, era una esquina “pelada” en la que había un cordón de la luz de esos trenzados, una cajita de lata por la que entraba y salia el cordón y justito en la esquina había un brazo de metal con un casquillo dorado, un aislador de cerámica( decíamos china) con una bombilla de Philips de 25 W y que se encendía automáticamente sola al anochecer( lo de automático es un decir porque la “ luz de noche” la encendia siempre Frasquito Muñoz el electricista y si se le olvidaba se encendía cuando el se acordaba).

La casa que se ve debajo del letrero era de “ La Pincha” que tenía unos pocos de hijos y de hijas trabajando en el campo y esa mujer ya mayor siempre tenia una “piara” de pavos sueltos por el barranco con el mismo hambre que los pavos del Vegueto pues estos los he visto yo de niño como se comian los tapones de corcho de las botellas. Hablando de hambre un hermano de esta pincha murió de una “jartá” de jamón y seguro que Juan manuel vio un día como esta mujer cogió una cuchilla de afeitar y le abrió el buche a un pavo, le quitó el trigo hinchado y se lo volvió a coser con una aguja e hilo y los pavos se salvaban todos, yo creo que aquí en el Callejón Techado empezaría la cirugía de verdad.

Desde la puerta de la Pincha miro para arriba y allí había un viejo y enorme ventanal propiedad de Ignacio Durán, donde mi amigo Victoriano trabajaba haciendo tapones de corcho y desde esta ventana el hijo Antonio Durán limpiaba las jaulas de los jilgueros y nos caía todo encima cuando pasábamos por debajo.

No se si le pasa a Juan Manuel, que está aquí conmigo, pero yo veo hasta los caliches colgando, las arrugas en la pared de cal, las enormes telarañas colgando de las vigas con la paja pegada, porque el viento cuando soplaba en el Callejón Techado, era para echarse a temblar. Hasta recuerdo el olor a los cagajones de los burros mezclado con la humedad del callejón y el tufo de los materiales de la zapateria de Pedro Torres, que tenía una vieja puerta que daba a este sitio.

Por aquí íbamos al Puerto Moral y por aquí cogia yo siempre cuando me mandaban a comprar las nueces a la tienda de la Califonia.

Termino diciendole a Juan Manuel que no me traiga por estos lugares dándome tirones, porque yo necesito tomarme esto del recuerdo con mucha calma, para que mi memoria de jimenato no me agobie con tantas cosas a la vez.

Seguro que este Niño de Las Torres me quiere llevar a nuevos lugares reformados para que mentalmente podamos hacer nuestras comparaciones y valoraciones en el tiempo.

El Callejón Techado es un lugar de ensueño y tristeza para nosostros querido amigo y para otros…. Simplemente un paso para cortar camino al Barranco La Silla.

Un abrazo. Currini

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