domingo, agosto 16, 2009

LA CEBOLLA MARRANA, REMEDIO INFALIBLE PARA LAS ALMORRANAS. JIMENA DE LA FRONTERA.


CEBOLLAS MARRANAS DEL "BUJO" LA CALERA. Fotos: Currini

Hace días tuve aquí en Torreguadiaro una pequeña tertulia de Jimenatos y Jimenatas de los que pasan de los sesenta y hasta de los setenta años. A esos que se les pone el descafeinado por delante, lo endulzan con bastante “sacarina” y de paso se comen dos o tres pasteles de los mas azucarados del mundo y se quedan tan “panchos” diciendo que controlan el exceso de glucosa que corre por sus venas.

Se contaron tantas cosas interesantes de nuestra vida del pasado y nos reimos muchísimo con la simpatía de los que vivieron una época de juventud a “tope”, llena de ocurrencias que alegraban nuestra vida despreocupada de tecnicismos y de ambiciones.

Se relataron anécdotas de personajes entrañables de nuestro pueblo como Antoñito el de Pilá, Diego el de las Verduras, Paquiro, La Juanorra, Jaime, Juan oliva, Liborio el Bomba, Fernando Pajárez, y “Andé el de Adberto”, entre otros.

No pudimos eludir el charlar de aquellas personas que derramaban su simpatia y ocurrencias por todas partes como Pepín el de Jacinta, Maria Parra, Antonio Pajárez, Alfonso Corbacho, Manuel vargas, José Herrera, José Castilla, El Telleja, Tiralápiz, Joselito el de la Cuesta, Frasquito Hormigo, Los Mozones y un sinfín que harian la lista de los no nombrados interminable.

Entre ese “reir” y contar cosas, se me ocurrió preguntar a una de las tertulianas por sus “almorranas” incurables de toda la vida y me contestó entre risitas y complicidad de entendimiento que estaba totalmente curada desde que se aplicó el remedio casero jimenato de toda la vida para este tipo de malestar.

Si en realidad padeces de almorranas (hoy hemorrodoines), el remedio en Jimena siempre estuvo muy fácil a nuestro alcance y consiste en coger varias “cebollas marranas” del campo y colocarlas en una caja de cartón ( las de zapatos son válidas) para después ponerla debajo de la cama justo en la parte donde duerme el afectado y con toda seguridad al cabo de unos meses ya hasta se habrá olvidado de que la caja sigue allí con las cebollas, tal vez podridas, por lo que será el momento de retirarlas. Una cosa importante es que el número de cebollas que se coloquen en la caja han de ser “nones”, es decir no puede ser “pares”.

Continuamos riéndonos y charlando de la forma de vida de otro tiempo y de los lazos de cariño y amistad entre los vecinos para decirnos un hasta pronto para pasar otro buen rato con la “sacarina” y los dulces azucarados.

Un abrazo.

1 comentario:

Eva PS dijo...

Buenos días,

Perdona que te escriba de forma pública pero no he encontrado otra forma de contactar contigo. Me gustaría que colaboráramos mutuamente intercambiando enlaces ya que tu blog trata de la misma temática que mi página.

Si estás interesado escríbeme a eva.paz.soto@gmail.com

Un saludo,

Eva