Estas son la careta de castrar y la castraera que utilizaba Señó Manuel Benítez(Caldera), abuelo de Juan Manuel, cuando sacaba los panales de miel a sus corchos. Unas reliquias que nuestro amigo conserva con mucho cariño y que sin duda, algún dia heredarán sus hijas y nietos para seguir perpetuando en el recuerdo a unos abuelos que se hicieron cargo del nieto y lo convirtieron en un hombre.
Tabla llamada entremijo, regalada en su día a Juan Manuel por Don Sebastián Casilla Cordón( Bichomalo). Son varias las que recibió y debidamente preparadas y embarnizadas lucen de percheros en las casas de sus hijas Juani y Pepi. Es un recuerdo a la memoria de una familia que hizo sobre estos entremijos miles de quesos para Jimena y Campo de Gibraltar.
Estas dos vasijas que conserva Juan Manuel, son antíquísimas. Se decía cuando éramos pequeños que las traían los barcos a Gibraltar llenas de ginebra y de Wiski . Lo cierto es que había muchos trozos tirados por los alrededores del pueblo y la chiquillería los utilizábamos porque frotandolos debajo de una manta en la oscuridad, saltaban chispas de fuego. Muchas familias las utilizaban para guardar la miel o llenarlas de leche.
Nunca creí que Juan Manuel pudiese conservar en su casa, este " mosquero" de cristal, que a pesar de que en casi todas las casas del pueblo había uno para cazar moscas, he preguntado a muchas personas mayores y nadie ha dicho que conservaba por lo menos uno. Se colocaba un poco de azúcar debajo y cuando aquello estaba negro de moscas se le daba con la mano y se introducian en la vasija y caían al agua con jabón que tenía dentro, donde permanecian nandando hasta que morian.
Estos grillos eran propiedad de Don Francisco Lorente Gómez ( El Buñolero), bisabuelo de Juan Manuel que lo utilizaba para trabar sus mulos en el campo.
Estando un día Juan Manuel en la calle La Bola de Ronda, vió en una ferreteria este pié de hierro y se acordó de que en el mostrador del zapatero Sebastián Orellana siempre habia uno parecido, así que entró dentro, se gasto 32 duros de los de hace bastantes años y se lo trajo para su casa.
Gracias amigo Juan Manuel por tus sentimientos hacia mi padre y sus cosas.
Como veis, tengo razón al decir que son parte de un tesoro, porque convencido estoy que algún día nos permitirá ver más cosillas que tiene bien guardadas. Las personas de buen corazón, conservan los recuerdos porque les hace sentir más cerca a los familiares y amigos que los utilizaron y que por norma general fueron modelos de existencia vital.
Un abrazo.
FOTOS: JUAN MANUEL
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