FUENTES POZAS Y VENEROS.JIMENA DE LA FRONTERA

FUENTE. Foto: Juan Manuel

Dice mi amigo Juan que un día de éstos, se va a llevar las herramientas y va a limpiar esta fuente que sigue manando agua para que no se pierda.

Cuando éramos chicos, corretábamos por aquellas roaeras, torres y toluques sin parar un momento y los veneros, pozas y fuentes eran nuestra salvación porque mitigábamos la sed y nos refrescábamos como podiamos y hasta nos bañábamos.

Reconociamos un venero porque el agua fluía por la superficie de la tierra y a su alrededor crecían placidamente una serie de hierbas típicas como el junco o la hierbabuena salvaje junto contra hierba punta muy fina que sobresalía por el filo del "regajo".

Cuando alguien que necesitaba el agua de verdad, como quiero recordar a Luis Lorente, cogía una zoleta y colocado sobre el venero comenzazaba a cabar con fuerza hasta que conseguía transformar el venero en una gran poza de la que con cubos y cántaras se llevaba el agua a su choza que habia construido en el Paseo Cristina junto a los eucaliptos. Luis se buscaba la vida trabajando de porquero con Antonio Tramilla y otras veces con Peláez. Como ganaba poco compraba el agua imprescindible para beber y la que necesitaba en la choza para otras cosas la gastaba de las pozas que construia detrás del llanito.

Al coger el agua habia que tener mucho cuidado porque el fondo era tierra de gredera y se enturbiaba mucho pero cuando la poza se veía que daba bastante agua, aparecia el "manitas" que comenzaba a colocar piedras una junto a otras y se le apuntalaba con una viga de quejigo hasta que la poza se convertía en una gran fuente, como nos sucedió en Las Pozas de Abajo.

Veneros, Pozas y Fuentes hoy en día están abandonados alrededor del pueblo, sin limpiar, sin cuidar y ni siquiera sin pensar en el valor que todo esto tuvo no hace tantos años. Se habla de patrimonio arqueológico, de restauraciones de murallas y se gastan los dineros a porrillos en cosas que después aparecen abandonadas.

Estos veneros, pozas y fuentes, siguen existiendo pero a su alrededor todo es miseria, animales sueltos, excrementos y podredumbre que apesta a abandono y miserias.

Recuperemos estos manantiales de agua y matengámoslos limpios para disfrute de los amantes de la naturaleza y para recordar aquellas personas que desinteresadamente hicieron de aquellas fuentes un servicio público para todos, solamente con su esfuerzo personal.

La constancia y la perseverancia hace que la gente pueda adquirir normas de conductas necesarias para el bienestar de todos.

Un abrazo