Los grandes jefes indios del viejo Oeste Americano como Jerónimo y Toro Sentado, se reunían con los amigos y visitantes al poblado para ofrecer y fumar “La Pipa de la Paz”. Cada chupada a la gran boquilla de hueso, suponía, una aspiración de placer que hacían compartir a los demás congregados al festín o concejo, deseándoles los mejores augurios de paz y prosperidad.
Estos personajes de Leyenda ofrecian con todo el cariño un producto como era el tabaco conseguido a fuerza de sacrificios en unas tierras yermas y apenas improductivas, pero lo hacían con todo el amor del mundo para hacer patente la amistad y el agradecimiento en los acontecimientos mas relevantes para la tribu.
Los miercoleros desde hace tiempo tenemos una forma parecida a estos indios de nuestras películas del “blanco y Negro” de ofrecer el café y el piñonate como símbolo del amor que sentimos por nuestro pueblo.
Esta semana hemos incorporado un nuevo producto en nuestras relaciones sociales miercoleras como han sido “ los chumbos de Jimena” que con tanto cariño y amabilidad nos ha cogido y envasado nuestro gran amigo Juan Manuel Contreras Benítez.
Al igual que el tabaco de aquellos indios suponia un duro sacrificio el conseguirlo, a nuestro amigo le ha supuesto el madrugar, desplazarse fuera de su casa, cogerlos con su caña a favor del viento y lo peor del mundo que es barrerlos, elegir los de mejor calidad y limpiarlos de las molestas espinas.
Amigo Juan Manuel, quiero decirte a ¡ bombo y platillos” que con tus chumbos delante me he sentido como aquellos valientes guerreros chiricauas, apaches, comanches, sioux o cheyennes y por eso he querido compartirlos con nuestra tribu miercolera y gracias a tu generosidad desinteresada hemos disfrutado con el ritual tradicional de partirlos, colocarlos en las fuentes y degustarlos como postre en nuestra cena del césped, bajo la luna de Agosto de este precioso rincón sanroqueño como es Torreguadiaro.
Juan Manuel, para cualquiera un “chumbo” puede ser algo poco atractivo, pero para nosotros todos los miercoleros ha simbolizado tu sacrificio, tu generosidad y tu amistad hacia un amigo que te conoce desde hace muchísimos años en que correteábamos por las Torres, el Risco, Las Minas, las Roaeras, Las Pozas y un sin fin de lugares maravillosos que todavía están ahí y en nuestros recuerdos.
Parece que te estoy viendo cuando con tu caña los cogías y para tus adentros decías…. Los mejores chumbos para mi amigo Currini y de paso que los compartan ese día los miercoleros.
Un fuerte abrazo y gracias amigo Juan Manuel.
Estos personajes de Leyenda ofrecian con todo el cariño un producto como era el tabaco conseguido a fuerza de sacrificios en unas tierras yermas y apenas improductivas, pero lo hacían con todo el amor del mundo para hacer patente la amistad y el agradecimiento en los acontecimientos mas relevantes para la tribu.
Los miercoleros desde hace tiempo tenemos una forma parecida a estos indios de nuestras películas del “blanco y Negro” de ofrecer el café y el piñonate como símbolo del amor que sentimos por nuestro pueblo.
Esta semana hemos incorporado un nuevo producto en nuestras relaciones sociales miercoleras como han sido “ los chumbos de Jimena” que con tanto cariño y amabilidad nos ha cogido y envasado nuestro gran amigo Juan Manuel Contreras Benítez.
Al igual que el tabaco de aquellos indios suponia un duro sacrificio el conseguirlo, a nuestro amigo le ha supuesto el madrugar, desplazarse fuera de su casa, cogerlos con su caña a favor del viento y lo peor del mundo que es barrerlos, elegir los de mejor calidad y limpiarlos de las molestas espinas.
Amigo Juan Manuel, quiero decirte a ¡ bombo y platillos” que con tus chumbos delante me he sentido como aquellos valientes guerreros chiricauas, apaches, comanches, sioux o cheyennes y por eso he querido compartirlos con nuestra tribu miercolera y gracias a tu generosidad desinteresada hemos disfrutado con el ritual tradicional de partirlos, colocarlos en las fuentes y degustarlos como postre en nuestra cena del césped, bajo la luna de Agosto de este precioso rincón sanroqueño como es Torreguadiaro.
Juan Manuel, para cualquiera un “chumbo” puede ser algo poco atractivo, pero para nosotros todos los miercoleros ha simbolizado tu sacrificio, tu generosidad y tu amistad hacia un amigo que te conoce desde hace muchísimos años en que correteábamos por las Torres, el Risco, Las Minas, las Roaeras, Las Pozas y un sin fin de lugares maravillosos que todavía están ahí y en nuestros recuerdos.
Parece que te estoy viendo cuando con tu caña los cogías y para tus adentros decías…. Los mejores chumbos para mi amigo Currini y de paso que los compartan ese día los miercoleros.
Un fuerte abrazo y gracias amigo Juan Manuel.
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