viernes, agosto 07, 2009

LA BELLEZA DE NUESTRO CIELO.JIMENA DE LA FRONTERA

FOTO: EL NIÑO LAS TORRES
Ahora que estoy conociendo la Jimena de ahora a través de las fotos de Juan Manuel, me doy cuenta de la diferencia tan grande que existe con aquellas calles de Jimena que guardo intacta en mi recuerdo.
Las fotos de este Niño de las Torres para mucho de vosotros, si sois jóvenes, serán simples imágenes de algo que veis en vuestro cotidiano trapichear, pero para gente más o menos de mi edad como Isidoro, Antonio Plata, Juan Parra, Paco Pajárez y otros muchos representan un espejo donde comparar y mirar para atrás con la única intención de saber que todo lo cambiamos acorde con nuestras necesidades y los avances técnicos que se nos van ofreciendo día a día.
Las calles, por las que transitaban sólo animales de carga y carros de ruedas han sido ensanchadas y adaptadas para que puedan circular los vehículos y de ahí esos discos y señales que cambian la fisonomia de los recorridos de siempre .
En las comparativas de fotos de hace 50 años se ven todos estos cambios y lo más importante es que las fachadas de las casas se han hecho mucho más grandes y los tejados más altos, con balcones y terrazas cuajados de flores que embellecen el aspecto pero que los hacen totalmente distintos a como eran.
Donde habia callejones, se han hecho plazoletas con diseños extraños que no dejan de ser bonitos pero muy distintos, porque me faltan " los mayores" sentados en la baja silla con su bastón en la mano y saludando a todos los que pasaban por su lado.
En definitiva, no lo puedo remediar, tengo en mi ser dos Jimenas preciosas, una la de las fotos de ahora y otra aquella que llevo dentro al más mínimo detalle y que a veces me la recuerda aún más esos dos tomos de "Retratos" que tan importantes son y que pienso deben estar en la biblioteca junto con todos los libros que algunos jimenatos hemos escrito para que nada de lo que fue se pierda en el futuro.
Ahora me centro en lo que de verdad ( para mí) no ha cambiado en absoluto y es ese cielo que el fotógrafo ha captado con tanta belleza ,porque cuando yo era un niño solia mirar mucho al cielo de día y por las noches. Precisamente ahí, nadie ha puesto ni quitado nada, todo se conserva igual con los cambios propios estacionales que se repiten año tras año. Ni pensar quiero que algún dia se puedan poner casas allá arriba y colocar las señales de tráfico para que tengamos la confusión mental hasta en los cielos.
Un abrazo

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