Hace unos días corrieron los primeros airecillos de la feria de Agosto Jimenata con la elección de las reinas, damas… y del pregonero de este año 2009.
Con esas noticias, te situas más o menos y respiras con fuerza ese aire de feria que por tradición y fidelidad lo recibes como se merece.
Curioso es… que hace un par de días he estado en Jimena y aún sin que la feria de Agosto haya llegado, he recibido en mi espiritu ese airecillo fresco y suave que me lleva hasta La Novena de La Reina de los Ángeles.
El concepto de Novena para mi no se circunscribe al último día, que realmente es la culminación de los actos dedicados a la patrona Nuestra Señora de los Ángeles, sino que nueve días antes ya partíamos desde el pueblo todas las tardes andando por aquella carretera y cortando por las “trochas veredas” hasta llegar al Santuario o Convento donde durante los nueve días se rezaba el solemne rosario.
El Padre Sánchez y toda su familia animaba a todo el pueblo a participar y desde el Barrio Arriba partiamos recogiendo gente por todo el camino. Muchas mujeres llevaban hábitos y algunas hacian el camino andando descalzas y nosotros mientras éramos pequeños acompañábamos a los mayores correteando y jugando.
Recuerdo el Santuario con un olor especial a iglesia y velas que se compraban en una de las habitaciones del Santero donde se vendian además, estampas, escapularios y medallas de la virgen colgadas de unos imperdibles.
La Virgen siempre estaba en su “camerín” en la parte superior del Altar Mayor al que se subía por detrás y nos permitian besar su manto y hacerle peticiones. Lo que no se me olvidan son aquellos candelabros enormes con las velas grandes y largas que imponían un gran respeto en el pequeño recinto.
Los chavales del Barrio Arriba estábamos muy acostumbrados a rezar el rosario casi todos los días en la Iglesia de la Victoria y aquellas letanías que repetiamos de memoria se me antojan hoy bonitas aunque nada tengan que ver con mi creencia religiosa.
Cuando terminaba el rosario, la gente se quedaba un rato en la entrada del Santuario y comprábamos las “Zamboas” que las vendian del huerto que había detrás pero que era necesario acompañarlas con agua casi siempre.
El día de fiesta era el último Domingo de Novena y recuerdo que por la mañana se hacia en La Viña el Concurso de Tirada al Plato en el que disfrutaban numerosos aficionados como Justo Garzón, Paco Pérez, Cayetano Lobillo, Ricardo Gómez, Pedro Navarro, Manuel Vargas, Frasquito Gil, Los Navarros de Zambana, Sebastián Zarza, Don Juan Marina y montón de ellos mas que no recuerdo sus nombres.
Por la tarde se sacaba a la Patrona en procesión desde el Santuario hasta la Estación del Tren con la banda de música tocando por lo que era muy emocionante el ver la devoción tan intensa de beatos y mujeres. Recuerdo que una vez fui tocando el tambor con nuestra banda de cornetas y tambores del Padre Sánchez.
Antonio Gómez tenia el bar junto a la Estación y allí ponian el baile al aire libre y frente lo instalaba dentro de la casa Rondán que tenian bar y restaurante también.
La asistencia a la Procesión y fiesta era masiva por parte del pueblo de Jimena que se desplazaban unos a pié y otros en taxi. Nuestros padres llevaban las capachas repletas de carne en salsa, ensaladilla rusa, tortillas o huevos cocidos duros que se dejaban guardadas en los bares de Antonio Gómez, Domingo Gómez, Juan Luque, Venta Cano, Bar Manolito y Rondán. Las tiendas como la de los Huérfanos( Los Hnos. Gómez) y la de Cristobita( Cristóbal Delgado) vendian mucho bocadillos de jamón, queso, chacinas , uvas y otras frutas.
Terminada la procesión, se hacían visitas a la Virgen y después la juventud se divertía en los bailes hasta que quedábamos a una hora determinada para comer todas las familias en los bares donde estaban las cestas con las viandas. Los camareros servian las bebidas y las tapas a aquellos que no llevaban comida.
Era un día de fiesta más que sumábamos a las dos ferias y a San Pedro en San Pablo y a parte de la devoción de sacar a la Virgen en procesión, estaba la ilusión de la juventud por bailar y pasarlo a lo grande.
La Barriada de la Estación se circunscribia prácticamente a las casas junto a la travesia de la carretera hasta la Estación de Ferrocarril. Hoy en día LOS ÁNGELES ha crecido quizás más que el casco histórico del pueblo y goza de una población que disfruta ya de las tradicionales fiestas en honor de Nuestra Señora La reina de Los Ángeles durante cuatro días consecutivos con un programa bastante extenso de actividades lúdicas y concursos culturales y deportivos.
El “airecillo” a Novena como dije me llegó en Jimena de la mano de la Delegada Municipal de Los Ángeles Juani Jiménez Pérez con la que, aparte de ser familia, me une una gran amistad y que ya está trabajando para que los actos de la Novena y su organización estén a la altura de años anteriores o mucho mejor.
Un abrazo.
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